SILENCIO DE MEDIA NOCHE

1. Buscad el silencio de la media noche y entregaos a la meditación silenciosa y solitaria.

2. Cuando llegue la aurora que os encuentre dispuesto, para comenzar vuestra jornada.

3. Así como los niños madrugan por alimento, madrugad, también, vuestra alma hambrienta de Dios.

4. Creced cada día en vuestra fe, que es energía precipitadora de todos vuestros deseos.

5. Que la luz de la esperanza siempre esté presente en vos, y tranquilice vuestros temores.

6. Que la bondad se refleje en vuestro rostro, que es la luz que vuestro interno emana, intensificadla con una dulce sonrisa.

7. La castidad mental os conduce a la pureza interior, por lo tanto, sed castos y puros.

8. Hoy es el día de gracia, que vuestro Padre celestial os da, abríos interiormente y recibidla con su abundante bendición.

9. La ternura espiritual es obra de ángeles, profundizad en ella.

10. Que vuestra pobreza interior, sea la proveedora de vuestro crecimiento espiritual, que cual manantial de luz, estará supliendo vuestras necesidades.

11. Cuando estéis sosegado buscad a Dios en la paz del silencio

12. Que vuestros ojos vean la perfección en todo.

13. Confiad en la justicia divina y jamás hagáis justicia llevado por vuestro propio albedrío, ni siquiera en las cosas más pequeñas.

14. Santificad vuestra vida dando a vuestros hermanos, indiscriminadamente, el néctar de vuestro amor.

15. La serenidad en vuestros actos, es el uso perfecto de la Energía Suprema.

16. No alteréis la vibración armoniosa de vuestro ser, con miedos y temores.

17. No os angustiéis ante lo imprevisto e inminente, recibidlo y aceptadlo serenamente.

18. Acompasa en la meditación, el ritmo de vuestro corazón, con el latido universal.

19. Cuando deseéis escribir, hacedlo lleno de amor y luz que llegue a vuestros hermanos.

20. Que el reloj de vuestra vida, señale siempre vuestra actividades espirituales.

21. En el rosal de vuestros sentimientos, cultivad con esmero, la rosa perfumada del divino amor.

22. Controlad vuestro impulso y actuad con serenidad y sabiduría.

23. Actuad con la luz de la prudencia y haced de esta luz, la lámpara que alumbre vuestra vida.

24. Avivad en vuestro corazón la luz del perdón, para que siempre estéis dispuesto a perdonar.

25. Tened presente, que el perdón es como el agua, que lava las heridas del alma.

 En Amoroso Servicio

Fraternidad Rosacruz de Mexico