EL RITO DE LA NATIVIDAD

Ref.: Lucas, 2:7-14

Los Arcángeles son los Señores de Capricornio. Jesús nació cuando el Sol entró, en Capricornio, el signo de la maestría, el despertador de la conciencia Crística y el regente de la estación sagrada, el Solsticio de Invierno (para el Hemisferio Norte).

Leemos en Lucas:2:7-14,

" Y dio a luz a su hijo primogénito , y lo envolvió en pañales, y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el mesón".

“Y había pastores en aquel mismo condado que estaban en el campo, y velaban su rebaño durante las vigilias de la noche ”;

"Y he aquí, el ángel del Señor vino sobre ellos, y la gloria del Señor brilló alrededor de ellos, y estaban aterrorizados".

“Y el ángel les dijo : No temáis, porque he aquí os traigo buenas nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo”:

“Hoy os ha nacido en la ciudad de David un Salvador, que es Cristo el Señor”.

"Y esto os servirá de señal: Hallaréis al niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre".

“E inmediatamente vino con el ángel una multitud de los ejércitos celestiales, alabando a Dios y diciendo :

“Gloria a Dios en las alturas, paz en la tierra, buena voluntad para con los hombres ”

La Iniciación es un proceso cósmico de iluminación y empoderamiento.

Las experiencias relacionadas con él son similares para todos. Por eso se consideraba que Buda, Krishna Agni, el dios del fuego, Osiris, Zeus, Mitra, Dionisio, Hermes y tantos otros habían nacido de madres vírgenes a través de la inmaculada concepción, nacimientos que se produjeron, como el de Jesús a medianoche, en una cueva, en una gruta o en un establo.

Entonces es como una constante, todo mensajero que viene a inaugurar una gran religión mundial debe ser inmaculadamente concebido, nacer envuelto por la belleza íntima y mística del significado que tal concepción.

Un Ego así nacido se llama "un alma vieja", que ya ha tenido innumerables vidas de preparación en la Tierra, durante las cuales ha desarrollado una sublime compasión que lo califica para vivir una vida de abnegación que es indispensable para convertirse en Maestro de su gente.

Tal Ego está cuidadosamente custodiado y apoyado por las Jerarquías Divinas que custodian la evolución humana.

Tu nacimiento es un evento inolvidable que Ángeles y Arcángeles esperan, esperan y cantan hosannas cuando esa alma es suavemente traída a luz.

La Cabalá afirma que los Querubines y Serafines (los Señores de Cáncer y Géminis) se unieron al coro angelical para anunciar el nacimiento del Maestro Jesús, cantando “Paz en la tierra y buena voluntad entre los hombres ”, mensaje lleno de profundo significado esotérico que acompañó una Nueva Dispensación ha sido introducida en el mundo, haciendo que en el Nombre de Jesucristo toda rodilla se doble y toda voz proclame Su trascendente gloria como Señor y Gobernante de la Tierra.

El nacimiento del Salvador del Mundo fue un acontecimiento cósmico sin paralelo, por lo que no es de extrañar que año tras año se retrate en los cielos.

En las estrellas tenemos una biografía de los Grandes Seres que vienen a la tierra a realizar misiones mundiales. “Como es arriba es abajo”.

En letras flamígeras -para los que saben leer- está escrito sobre la bóveda del cielo, cada año en el tiempo santo de la Navidad, el trazo cósmico del gran acontecimiento de Cristo.

En el momento del solsticio de invierno, el Sol, la luz física del mundo material, alcanza su declinación más extrema hacia el sur.

El hemisferio norte está entonces parcialmente muerto en lo que se refiere a su vida generosa y benéfica. Entonces se vuelve como si fuera necesario el nacimiento de un nuevo dios de la luz para salvar a la humanidad de la oscuridad, el frío, el hambre y la eventual muerte.

En la noche del 21 de diciembre, el Sol comienza a ascender lentamente hacia el ecuador de la Tierra.

De esta forma podemos decir que en Navidad nace un nuevo niño solar.

Desde las 22:00 horas hasta la medianoche del 24 de diciembre en todas las latitudes del norte, el Signo de Virgo, la Virgen, el Signo de la Pureza, la Inmaculada Concepción y la maternidad deificada se ve en el horizonte oriental revoloteando sobre el santo nacimiento, mientras en la banda de Orión brillan las tres estrellas llamadas los Tres Reyes Magos o Reyes Magos (mago, significa trabajador maravilloso) que anuncian el espléndido mensaje de la Natividad.

En el momento del solsticio de invierno, habrá tres estrellas en el cielo occidental frente a Virgo en el horizonte oriental.

El decreto del emperador Augusto ordenando que todos fueran a Belén para registrarse, atrajo a una gran multitud al pueblo.

La posada estaba llena por lo que José y María se instalaron en un establo y el santo niño nació en un pesebre donde se alimentaba a los animales.

Después que José, con tierno y amoroso cuidado, hubo preparado lo mejor que pudo el tosco pesebre, se alejó un corto trecho de rodillas, mirando a la bienamada Virgen con profunda admiración. Mientras se arrodillaba en oración, tan absorta en visiones extáticas que de vez en cuando, según los registros legendarios, ascendía sobre el suelo embelesada por la gloriosa visión de luz que la rodeaba, extendiéndose como un puente dorado, conectando el cielo y la tierra.

Debajo de ese rayo había una multitud sonora de Ángeles que hacían vibrar el aire con sus movimientos trémulos y la maravilla de sus cantos triunfales.

A la hora mística de la medianoche el aura luminosa del Santo Niño se hizo más brillante que todas las luces de la tierra, mientras la Santísima Madre, junto con José y la hueste de Ángeles, se arrodillaban en éxtasis ante la majestad de Su presencia.

Las leyendas místicas añaden también que durante el gozoso parto de María todas las aves detuvieron su vuelo; las ovejas junto al agua no bebieron; el ganado en los establos cayó de rodillas, y toda la naturaleza quedó paralizada en éxtasis durante ese tiempo.

Fue un evento bendito y encantador.

Esto no es más que una forma alegórica de decir que en la primera Noche Santa, por el poder de la misteriosa Estrella, que enfocó sus rayos sobre la Tierra, se elevó e iluminó toda la vibración del planeta en preparación para la venida de ese glorioso Espíritu. , Cristo- Jesús.

Hay una razón esotérica por la que Jesús nació en Belén; esa razón es que existe un centro magnético entre Jerusalén y Belén por donde pasan poderosas corrientes espirituales hacia el corazón de la tierra.

Durante miles de años, antes de la Era Cristiana, sabios y maestros de todas las Escuelas de Misterios asistieron en la preparación de este lugar sagrado. la obra trascendente de Cristo. Conviene recordar que en sus centros más íntimos todas las Escuelas de la Verdad Eterna trabajan en unidad y armonía para la ascensión e iluminación de la humanidad.

Sólo cuando el Espíritu es abrumado por la letra y la mera