QUE SE HIZO DEL CUERPO VITAL DE JESÚS
FRATERNIDAD ROSACRUZ DE MEXICO
CENTRO DE ESTUDIO DE LASABIDURÍA OCCIDENTAL MÉXICO
¿QUÉ SE HIZO DEL CUERPO FÍSICO DE JESÚS?
Pues sabemos que si nuestra morada terrenal, este
tabernáculo, fuere disuelta, tenemos de Dios un Edificio, una
Casa no hecha por manos, eterna en los cielos.
(II Cor., 5:1)
¿Qué se hizo del cuerpo denso de Jesús, que fuera colocado en la tumba, pero que no se pudo encontrar en la madrugada de Pascua?
Y si el cuerpo vital de Jesús es conservado para ser usado nuevamente por Cristo, ¿qué hace Jesús mientras tanto para obtener un cuerpo vital?
¿No hubiera sido más práctico obtener un nuevo cuerpo vital para Cristo en Su segunda Venida?
Las antes mencionadas preguntas fueron contestadas en Ecos de 1914, de la siguiente manera:
El estudio de las escrituras revelará el hecho que era costumbre de Cristo apartarse de Sus discípulos y ellos no sabían dónde Él iba, o si lo sabían, ninguna mención jamás se ha hecho de ello.
Pero la razón fue que, siendo tan Glorioso Espíritu, Sus Vibraciones eran demasiado altas, aún para el mejor y más puro de los vehículos físicos y era por lo tanto necesario abandonarlo frecuentemente por un período de completo descanso, de manera que los átomos pudieran ser disminuidos hasta su acostumbrada vibración.
Por lo tanto, Cristo tenía necesidad de ir a los Esenios dejando el cuerpo a su cuidado.
Ellos eran expertos y el Cristo no sabía nada acerca del trato con tales vehículos como el que recibió de Jesús. Si este descanso y cuidado no se hubiera dado, el cuerpo denso de Jesús se hubiera desintegrado mucho antes de los tres años de Su Ministerio y el Gólgota nunca se hubiera alcanzado:
Cuando el momento era propicio y el Ministerio terrenal había finalizado, los Esenios dejaron de interferir y las cosas tomaron su curso natural y la tremenda Fuerza Vibratoria impartida a los átomos, los dispersó a los cuatro vientos, con el resultado que cuando la tumba fue abierta unos pocos días después no se encontró huella del cuerpo.
Esto está en perfecta armonía con las Leyes naturales conocidas por nosotros por su funcionamiento en el mundo físico. Corrientes eléctricas de baja potencia queman y matan, mientras que voltajes varias veces mayores, pasan a través del cuerpo sin efecto dañino.
La luz que tiene una tremenda capacidad de vibración es agradable y beneficiosa para el cuerpo, pero cuando se enfoca a través de un lente, el grado vibratorio es disminuido; es entonces cuando tenemos el fuego que destruye.
Del mismo modo, cuando Cristo, el Gran Espíritu Solar, entró al cuerpo denso de Jesús, el grado vibratorio siendo disminuido por la resistencia de la materia densa debería quemar el cuerpo, como en la cremación, si es que no hubiera interferencia.
La fuerza era la misma, los resultados idénticos, salvo que, siendo Fuego invisible el que quemó el cuerpo de Cristo y no fuego formado por llamas, como en la más común manifestación del fuego, no había cenizas.
En este sentido es conveniente recordar que el Fuego duerme invisible en todo; nosotros no lo vemos en la planta ni en el animal, ni en la piedra, pero sin embargo está allí visible solamente a la vista interna y capaz de manifestarse en cualquier momento cuando toma forma de llama de las sustancias físicas. Es una de nuestras ilusiones, que el cuerpo en que vivimos está vivo.