UN NUEVO ELEMENTO

EL AIRE

FRATERNIDAD ROSACRUZ DE MEXICO


CENTRO DE ESTUDIOS DE LA

SABIDURIA OCCIDENTAL MEXICO

UN NUEVO ELEMENTO "EL AIRE"


Nuestra tierra no siempre ha estado envuelta en aire, como la conocemos porque, cuando estábamos sin él, el mundo no era sólido.

En realidad, fue en el Período Solar cuando se desarrolló la raíz del nuevo elemento: el aire.

Cuando este aire se unió con el verdadero fuego invisible, el mundo de Saturno se convirtió en una bola resplandeciente, de neblina ígnea luminosa, a las palabras del mandato:

“Que la luz se haga” (Génesis 1:3).

Nosotros no desarrollamos pulmones sino hasta la Época Atlante del actual Período Terrestre.

Para el hombre es demasiado difícil imaginar los vastos períodos de “tiempo”, entre la introducción del nuevo elemento, “aire,” y nuestro desarrollo de un órgano físico para usarlo.

El crecimiento evolutivo es un proceso muy lento, porque es probado y vuelto a probar con el fin de eliminar los defectos. Con todo, surge la necesidad de dar un paso definitivo hacia delante y, a menos que nos conservemos en la vanguardia y formemos los vehículos requeridos, retrocederemos, y los cuerpos, ya inservibles para el nuevo desarrollo, se cristalizarán todavía más.

Es generalmente sabido por los estudiantes de ocultismo, que los atlantes, mientras usaron branquias – pulmones incipientes – fueron muy ingeniosos y habían inventado medios de transporte a través de su denso aire cargado de agua.

Con el paso del tiempo, el deseo de la humanidad de explorar más allá de su “horizonte” conocido originó la invención de naves aéreas, y el Arca es un falseado recuerdo de ese hecho.

Estaban alcanzando el nuevo elemento, para el que habían estado construyendo pulmones. Nuestros astronautas deben llevar consigo su propio abastecimiento de aire cuando vuelan por encima y a cierta distancia de la tierra, ya que no pueden funcionar un una atmósfera más enrarecida.

En el momento en que el aire nos es negado, el Ego se ve obligado a abandonar su cuerpo físico.

El aire contiene éter, cuádruple canal a través del cual trabajan las fuerzas espirituales.

El aire es como un conductor de esas corrientes de energía.

Como estudiantes de la Fraternidad, estamos familiarizados con la idea del aire impregnado de vibraciones planetarias, que penetra en los pulmones cuando un bebé da su primer grito.

Ese momento es la culminación de la labor de los Señores del Destino, cuya cooperación con el plan evolutivo llevó al Ego al lugar y tiempo específicos para el cumplimiento de su destino, con los Egos que deben ser sus padres terrestres.

Los éteres contenidos en el aire fotografían todo pensamiento, emoción y acto y, luego, los transmiten a los pulmones, donde son inyectados en la sangre. Esos registros son los árbitros de nuestro futuro destino.

La esencia del bien que hacemos se convierte en Alma y ésta, a su vez, es incorporada al Espíritu.

La afirmación de Max Heindel, en Misterios Rosacruces, en el sentido de que “...de esta manera, los registros respiratorios de nuestros buenos actos son el Alma que se salva,” se hace inteligible. Lo opuesto es también verdadero:

“El registro de nuestras malas acciones también se deriva de nuestra respiración en el momento en que son cometidas.

El dolor y el sufrimiento que acarrean hacen que el Espíritu expulse de su ser ese registro respiratorio en el Purgatorio...la memoria del sufrimiento se conserva por el Espíritu en forma de conciencia moral, para disuadirnos de la repetición del mismo mal en vidas posteriores.”

Nosotros no comprendemos suficientemente que el aire que espiramos, después de estar en tan íntimo contacto con el lado o aspecto terrestre – físico – de nosotros mismos, está cargado con la tintura de nuestros verdaderos yoes, nuestros secretos yoes, y que el aire que llevan los éteres a nuestro cuerpo, se carga con nuestras emociones y pensamientos, siendo luego expelido a la ya recargada atmósfera. Por eso es por lo que algunas personas parecen “exhalar” o irradiar amor, en tanto que otras, no importa cuál sea su máscara, envenenan el sitio donde viven.

Esto nos proporciona una de las más simples razones de por qué los estudiantes de ocultismo deberían escoger, a ser posible, las escenas de sus actividades.

Porque el “mal aliento” atrae fuerzas malas, que se alimentan de él y, de ese modo, aumentan el estímulo de la naturaleza inferior.

Algunas veces es difícil comprender cuán íntimamente entretejidos están todos los departamentos y funciones de nuestra vida.

“A través del aire” fue como Jehová y sus ángeles pudieron ayudar al hombre en cierto período de su desarrollo. Se nos dijo que Jehová “sopló en la nariz del hombre.”

Pero ésta es sólo una forma alegórica de decir que los Espíritus de Raza fueron encargados de ayudar al todavía débil e inexperto Ego humano a aprender a usar completamente sus pulmones.

Es muy interesante el hecho de que los Espíritus de Raza, funcionando en el aire, refrenaron las tendencias cristalizadoras del cuerpo de deseos.

Jehová está a cargo de la generación de los cuerpos físicos, y sus ángeles manejan las leyes en esta materia.

Ese trabajo se lleva a cabo mediante el Éter de Vida, que tiene acceso al cuerpo humano mediante el aire que inspiramos. La habilidad de los ángeles para manejar las leyes de la generación se hace más clara cuando recordamos que su vehículo inferior, el más denso, es el etérico.

Así como nosotros, los humanos, modelamos y damos forma a materiales como la madera, los metales, etc., así los ángeles – que nunca se han sustraído a la guía divina, como ha hecho la humanidad – llevan a cabo el plan divino con mucha mayor facilidad que nosotros cuando trabajamos con la vida mineral.

Los Espíritus de Raza y de tribu – Arcángeles – retienen su control sobre una nación o tribu mediante el aire inspirado por los pulmones de los ciudadanos y, la única forma en que podemos liberarnos, en alguna extensión, de esta potestad jehovística, es desarrollando las virtudes cristianas.

Sin embargo, mientras usemos cuerpos físicos, necesitaremos los servicios de Jehová, que nos permiten reencarnar, hasta que hayamos desarrollado los cuerpos-alma hasta llegar al adaptado, que es la condición de logro espiritual en la que podremos crear nuevos cuerpos por medio del uso de nuestra voluntad divinamente inspirada.

En la Época Lemúrica vivimos muy cerca del ígneo centro de la tierra. Los atlantes habitaron las cuencas, algo más alejados del centro.

Los arios fueron empujados por los diluvios a las cumbres montañosas, donde ahora viven.

Y los ciudadanos de la siguiente Época habitaran en el aire.

Y, así como los atlantes aprendieron a desarrollar pulmones, nosotros estamos lentamente formando un cuerpo-alma - el Dorado Vestido de Bodas – en el que funcionaremos en las condiciones etéricas de la Nueva Galilea.

La unión de las dos corrientes de evolución espiritual, representadas por el fuego y el aire, la iglesia y el estado, marcara el comienzo de la Nueva Galilea.

El simple proceso de respirar produce tremendos resultados: podemos funcionar en un cuerpo físico (Éter Químico), propagar nuestra especie (Éter de Vida), construir un cuerpo-alma (Éter de Luz), y registrar cada pensamiento, emoción y acción desde el momento mismo de nuestro nacimiento (Éter Reflector).

La capacidad de la naturaleza para economizar eficazmente es fabulosa. Un prueba más de la sabiduría del Creador.

En el presente, la relación reciproca entre nuestro cuerpo físico y la función espiritual es aun un misterio, pero algún día será revelado.

En un artículo escrito por Max Heindel en febrero de 1918 en Rays from the Rose Cross, expuso los peligros de quemar incienso: “Es cierto que los ingredientes deben ser escogidos, dada su conocida capacidad de atraer entidades desencarnadas y elementales subhumanos.

Incluso, si el incienso ha sido compuesto por una persona ignorante o egoísta, es un vehículo para espíritus de naturaleza similar, que se revisten a sí mismos con el humo y el olor y penetran en los cuerpos de los presentes.”

¿Puede nuestro aire contaminado ser una puerta de entrada para espíritus de grado inferior?

Tales pensamientos, al menos, nos hacen comprender que se nos hace más urgente que nunca purificar nuestros pensamientos, y comenzar a trabajar, en armonía con las Potestades Divinas, ejercitando nuestro potencial divino y sirviendo, en nuestro aprendizaje en la Viña del Señor.

Somos afortunados de poseer el conocimiento suministrado por las Enseñanzas de la Fraternidad Rosacruz, que nos enseñan la forma de prepararnos para un uso más perfecto del Éter, el elemento de la Nueva Era.


The Rosicrucian Fellowship

Lección Mensual del Estudiante de 1 de agoto de 1971


En Amoroso Servicio

El Centro de Estudios de la Sabiduría Occidental Mexico