¿CUAL ES EL MAYOR OBSTACULO?

PARA EL TRABAJO ESPIRITUAL



CENTRO DE ESTUDIOS

DE LA

SABIDURIA OCCIDENTAL MEXICO

¿CUÁL ES EL MAYOR OBSTÁCULO PARA EL TRABAJO ESPIRITUAL?

Todos tenemos nuestra familia que depende de nosotros y que tienen derecho a una parte determinada de nuestra atención.

Nuestra tarea en el mundo no debe sufrir negligencias bajo ningún concepto. Aquí estamos para cumplir ciertos cometidos y aprender por medio de ellos.

Después de atenderlos debidamente, a cada uno de nosotros nos queda todavía un tiempo que podemos aplicar propiamente y con justicia a nuestro propio desarrollo, y tan importante es que usemos acertadamente de ese tiempo sobrante, como que atendamos nuestros deberes para con el mundo, con nuestra familia y con nuestras obligaciones sociales.

Hemos de considerar que, en la vida ordinaria, si queremos llegar a ser médicos, no practicamos hoy la medicina, trabajamos el día siguiente en maquinaria y al otro nos aplicamos a trabajar en tan diferentes cosas entre sí como ésas que señalamos.

Sabemos que tal proceder no nos llevaría a nada bueno en la vida.

Tampoco somos hoy el marido o la mujer en una familia para asumir mañana semejantes relaciones en otro hogar distinto, y no cambiamos tampoco de círculo social tan a menudo como cambiamos de traje o de zapatos.

Esas condiciones industriales y sociales serían absolutamente imposibles.

Bien al contrario, perseguimos una línea de trabajo en el mundo; cuidamos de una sola familia, concentramos nuestros esfuerzos en determinadas acciones de nuestra vida con exclusión de cualesquiera otras.

¿Por qué no aplicamos el mismo sentido común en nuestros esfuerzos espirituales?

Estudiamos nuestros negocios, desarrollamos el plan trazado, trabajamos con todo nuestro poder para alcanzar el éxito. Estudiamos igualmente las necesidades de nuestra familia y hacemos nuestros planes para ello.

Sabemos que el éxito social o industrial depende del valor de la concentración y del planeamiento primitivo.

Entonces, si nos mostramos tan sabios y prudentes por lo que concierne a las cosas del mundo, duraderas solamente lo que duren los pocos años de nuestra vida.

¿Por qué no inducimos a usar el mismo sentido común y aplicamos en cuerpo y alma a las cosas espirituales que son imperecederas?

Estamos actualmente en otra bifurcación de los caminos. Una “Iglesia” o comunidad de hombres ha sido designada como precursores de la próxima gran raza.

Muchos caminos conducen a Roma y al Reino de Dios, pero si perdemos nuestro tiempo andando hoy en una dirección para escoger mañana un camino diferente, nuestro fracaso es seguro.

Por consiguiente, ruego a todos los estudiantes que simpaticen con las ideas de la Fraternidad Rosacruz que abandonen todas las demás sociedades religiosas y se consagren con todo su corazón, mente y espíritu a vivir y extender nuestras enseñanzas.

Rememoremos y concentrémonos en los tres primeros versos del Salmo primero ya que, seguramente, queramos recoger la mayor cosecha que puedan producir nuestros esfuerzos, tanto espirituales como materiales.

Max Heindel


En Amoroso Servicio

El Centro de Estudios de la Sabiduría Occidental Mexico