LA LEY DEL SACRIFICIO
FRATERNIDAD ROSACRUZ DE MEXICO
CENTRO DE ESTUDIOS DE LA SABIDURIA OCCODENTAL MEXICO
FRATERNIDAD ROSACRUZ DE MEXICO
CENTRO DE ESTUDIOS DE LA SABIDURIA OCCODENTAL MEXICO
LA LEY DEL SACRIFICIO
Publicado en la Revista Hojas del Sendero
Órgano Informativo de la Fraternidad Rosacruz de Mexico
6 Bimestre del año 2008
Hay un hilo de oro que pasa a través de toda la historia de humanidad y de todas nuestras vidas, si se sigue hasta el fin este hilo de oro, su meta es el Reino de los Cielos.
Este hilo de oro es la ley del sacrificio. Es solo por medio del sacrificio que lo interior puede ser elevado a su superior.
Es solo por el sacrificio que la declinante creación y humanidad pueden ser restituidas a la armonía y perfección tan bellamente expresadas por Isaías:
“Morara el lobo con el cordero y el tigre con el cabrito se acostara: el becerro y el león y la bestia domestica andarán juntos y un niño los pastoreara.
La vaca y la osa pacerán, sus crías se echaran juntas; y el león, como el buey, comerá paja, y el niño de teta se entretendrá sobre la cueva del áspid y el recién nacido extenderá su mano sobre la cabeza del basilisco.
No hará mal ni dañara en todo mi santo monte; porque la tierra será llena del conocimiento de Jehová, como cubren la mar las aguas “(Isaías 11:6, 7, 8,9).
El amor tiene que humillarse, para levantarse.
Aquello que se doblega no puede levantarse por si solo.
Necesita ayuda y esta solo puede venir por el sacrificio. Los animales inferiores se sacrifican a si mismos para salvar a sus crías en caso de peligro.
El hombre renuncia a todo, frecuentemente, por amor a sus hijos.
Aquellos que predican, enseñar o escriben sobre temas espirituales con el propósito de ayudar a los demás, deben desarrollar tal grado de sensibilidad que puedan percibir las vibraciones del Espíritu; esto los hará padecer de un modo que los otros no alcanzan a concebir.
Pero si esta para ayudar a los demás debe sufrir; es la ley del Sacrificio.
Tenemos que seguir toda la senda que recorrió nuestro bienamado Señor, aún hasta Getsemaní y el Calvario.
Cada uno encuentra su Getsemaní; cada uno tiene que entregarse en voluntario sacrificio para el bien de los demás.
¡Ah, si!, ese “amor tan maravilloso, tan divino” que emano del Calvario y quebró nuestras voluntades obcecadas, ganando el Cielo para nosotros, debe encontrar eco en nuestros corazones y vidas. “nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos”. (Juan, 15-13).
Todos los hombres son nuestros hermanos y por ello debemos darnos voluntariamente.
El Sendero de la Vida es el Sendero de la Cruz.
Debemos tomar nuestra cruz y seguir a Nuestro Señor, cargando con sus dolores.
Debemos tomar su yugo sobre nosotros y aprender de El, el más humilde y manso de corazón, si es que queremos encontrar paz para nuestra alma.
Por el sacrificio de si mismos, vertiendo nuestro amor sobre todos los hombres, amando a Dios con todo nuestro corazón, mente, alma y fortaleza, entregándonos a la Voluntad de Dios, no resistiendo al mal y siendo guiados enteramente por el Espíritu, sentimos nuestros pies firmemente establecidos en la Senda de la Paz.
Entonces, algunas veces, Dios en su misericordia quita el velo y podemos entrar e esa maravillosa armonía donde nos parece estar reclinados y reposando sobre almohadas o nubes de Eterno Amor.
En amoroso servicio.
Centro de Estudios de la Sabiduria Occidental Mexico