"MENTE PURA, CORAZÓN NOBLE Y CUERPO SANO"

Los estudiosos de la Filosofía Rosacruz saben que Lucifer, la falsa Luz de la Era Lemuriana, implantó la pasión, inaugurando la procreación del pecado y, en consecuencia, el surgimiento de la tristeza, el dolor y la muerte. 

Saben que Cristo, la verdadera Luz de la Nueva Galilea venidera, inaugurará la Inmaculada Concepción y predicará el Evangelio de la redención del pecado por el amor.

Es un hecho científico que el estado de la sangre afecta a la Mente y viceversa; La sangre pura es, por tanto, indispensable para una mentalidad sana.

Una Mente pura puede trascender la pasión, solo un cuerpo sano puede generar otro cuerpo sano. 

Los Hermanos Mayores de los Rosacruces han anhelado sanar el cuerpo para que pueda albergar una Mente pura y un Amor puro, pues cada purificación del Cuerpo Físico es un paso adelante para el día de la venida del Señor, que todos anhelamos ardientemente.

Esta es la razón de la sanación y las actividades es el significado de nuestro Lema, dado a la Humanidad por nuestro Amado Instructor Max Heindel:

 "

Mente pura, corazón noble y cuerpo sano".

Esta afirmación de Max Heindel deja claro que la curación definitiva requiere educación en los principios o en las leyes superiores o espirituales, que rigen la vida del ser humano.

No es suficiente que tengamos nuestros dolores temporalmente aliviados y nuestras enfermedades temporalmente "curadas". 

Debemos darnos cuenta de que no podemos tener una cura definitiva hasta que aprendamos a controlar nuestros actos, pensamientos, sentimientos y emociones.

Solo de esta manera se puede eliminar de nuestro interior la causa espiritual de la enfermedad.

¿Hemos sido egoístas, codiciosos, celosos, intolerantes, mentirosos, desconfiados? 

Así podemos estar seguros de que nuestra sangre se ha visto afectada por estos desequilibrios y que esta sangre contaminada ha sido transportada a los tejidos, afectando a todo el organismo.

¿Hemos sido amables, amables, tolerantes, serviciales? Entonces podemos estar seguros de que estos pensamientos y sentimientos, también afectaron al cuerpo y a la sangre, pero, por ese lado, de manera beneficiosa.

La Pureza de vida y pensamiento es el principal camino hacia la salud. 

Cualquiera que se proponga fielmente seguir los pasos de Cristo, armonizando con su amor, conquistará una Mente pura, un Corazón noble y un Cuerpo sano.

LA SALUD Y LA LEY DIVINA

Nuestros pensamientos y emociones, nuestros sentimientos y deseos influyen mucho en la salud de nuestro cuerpo denso .

Por eso, es necesario que nuestros pensamientos sean limpios, puros y que nuestras emociones, sentimientos y deseos estén controlados.

La oración es una forma efectiva de superar las dificultades físicas porque cuando elevamos nuestra alma a un plano superior, nos hacemos receptivos al Poder Sanador Divino, el Poder Sanador del Padre, que es tan potente hoy como lo fue en los días de Cristo Jesús _ 

Este poder nos envuelve, pues Dios es Omnipresente, y podemos aprovecharlo poniéndonos en contacto directo con las Leyes de Dios , la Ley Divina. 

Este poder es abundante en todas partes y es la voluntad de Dios que tengamos una salud perfecta. 

Depende de nosotros si obedecemos o no las leyes naturales que son necesarias para la salud: 

aire puro, comida pura, pensamientos puros y una vida recta.

El poder milagroso de Dios ha sido experimentado por tantas personas que la mayoría ya no lo duda. 

Se acepta que no hay nada que sea imposible para el Poder Sanador del Gran Médico.

Sin embargo, debemos hacer nuestra parte. 

La fe es indispensable, pero igualmente importante es el deseo de corregir los malos hábitos que nos impiden alcanzar los resultados que buscamos, y en el fondo de nuestro ser sabemos muy bien cuáles son esos hábitos.

¡Qué contradictoria es la naturaleza humana! Todo paciente debe buscar la curación, haciendo todo lo posible para cooperar en la obra amorosa del Padre Celestial. 

in embargo, los mismos deseos, sentimientos impuros y las mismas emociones impuras que causaron nuestras dificultades desde el principio permanecen con nosotros e impiden nuestra plena colaboración con Dios .

Todos somos testigos de las manifestaciones del Amor del Padre y, dentro de nosotros, podemos sentir Su Presencia.

Que esta Presencia Divina sea nuestra guía en la vida diaria, para que podamos trabajar con Él y así lograr “milagros” en todos los ámbitos y momentos de la vida.

CURACION PARA LA NUEVA ERA 

En Amoroso Servicio

El Centro de Estudios de la Sabiduría Occidental Mexico