Cómo cultivar la virtud tan importante para el Estudiante Rosacruz de la PACIENCIA

“ Es necesaria paciencia para que, después de haber hecho la voluntad de Dios , puedas recibir la recompensa” [1] .

Sin duda, San Pablo vio la impaciencia de los “Pequeños”, como los Estudiantes de hoy, deseosos de “cosechar donde no habían sembrado” y quejarse de su lento progreso. Primero la naturaleza y luego la espiritual, el crecimiento de lo anterior y la analogía de lo superior. Se necesitan veintiocho años de vida terrenal para hacer de la personalidad de un ser humano la de un bebé primogénito; es decir, un individuo físicamente adulto y seguro. 

¿Es probable que un ser eterno e inmortal pueda desarrollar y definir un carácter cristiano y una profunda raíz espiritual en unos pocos años?

Lo Espiritual sólo puede desarrollarse cuando la Naturaleza cede, porque en un jardín la planta favorita florece exactamente en proporción a la maleza que se arranca y se restablece el cultivo.

Nuestro Salvador Cristo no prometió transformar a los seres humanos. Prometió “ Poder ” para convertirnos en Hijos de Dios y “creer en Su nombre”. 

El poder para convertirse en un árbol o una flor perfectos está en una semilla, el pequeño comienzo del crecimiento espiritual está en “creer en Él”.

El jardinero tiene un trabajo que hacer: mantener alejadas todas las malas hierbas y cultivar la tierra. 

La vida crece en la semilla.

Cuando uno acepta a Cristo con el corazón, da la vida que crecerá hasta la perfección espiritual para la cultivación. 

Los frutos del Espíritu son todas las hermosas cualidades del alma que hacen noble y útil la vida, pero que no se ven al mismo tiempo producidas en su plenitud. 

El cambio aparente puede ser grande en relación al de una persona mundana –egoísta, mercenaria, vanidosa e impura–, sin embargo, lleva tiempo desenterrar las viejas raíces y malas hierbas, cuyas semillas tienden a aparecer periódicamente.

Muchos de los que se consideran firmemente establecidos en el bienestar quedan sorprendidos y derribados por algún defecto del pasado por falta de vigilancia. La espiritualidad, en sus primeras etapas, es fácilmente desviada del corazón por las influencias mundanas; Nadie necesita amamantar por más tiempo para mantener su poder emocional. 

El cerebro es el eslabón conector y los pensamientos mentales deben enfocarse para lograr su ideal y mantenerse alejado de las muchas tentaciones que ofrece el mundo, especialmente a los jóvenes.

Las Enseñanzas Rosacruces atraen a los cristianos que de alguna manera se han apartado de los deseos de la naturaleza y que, tal vez, han sido plenamente probados y han demostrado que carecen de las cualidades que satisfacen el alma; sin embargo, la naturaleza muere lentamente, las exigencias de la santidad son difíciles y, especialmente en los cristianos físicamente mayores, la reincidencia no es infrecuente. 

Muchos acuden a cualquier nueva enseñanza para obtener “los panes y los peces”, mientras que un gran número se une a una iglesia popular para curar sus dolencias corporales y permanece allí para seguir recibiendo las bendiciones de la salud. 

Esta razón parece despectiva para el crecimiento del alma, pero no se puede entrar en contacto con la Espiritualidad sin sentir su influencia para la elevación; y así, con el tiempo, aquellos que vienen por motivos egoístas puedan llegar a ser seguidores sinceros de la fe. 

Hay muchas almas vacilantes que van de un servicio a otro para encontrar descanso para las plantas de sus pies, y donde se encuentra la Verdad en mayor medida, la gran multitud vendrá por el “pan de vida”. 

Pueden ser muy sinceros, honestos, pero algunos están preparados para la Iniciación. 

Las plantas que a veces dan flores y frutos en abundancia necesitan ser trasplantadas varias veces antes de que muestren su verdadero vigor y, cuando finalmente llegan a su hogar permanente, todavía tienen que esperar largos meses e incluso años de desarrollo antes de que nazca el fruto. 

Sólo la madurez del tiempo trae la plena productividad.

Analiza las lágrimas de cualquiera de los verdaderos Santos que permanecieron en la fe y completaron el camino hacia Dios ; Su camino ciertamente no fue color de rosa. 

Morir diariamente a uno mismo, a las pasiones de la Naturaleza inferior, al culto material; sacrificios diarios en la cruz del Cuerpo Denso , con los ojos fijos en el Señor, con el Cristo interno lleno en el corazón, con todos los presentes en el altar en consagración a la Humanidad . 

Los cristianos se componen de varios tipos y cualidades, similares a los tipos de embarcaciones marítimas: algunos simplemente parecen botes de remos amarrados a la orilla, temerosos de aventurarse solos; otros más atrevidos, pero temerosos de las aguas profundas; otros, pues, como un veloz barco de pasajeros, se preparaban para el viaje, bien equipados, con el capitán en su puesto, atento a la brújula. 

Y aun así, a veces chocan contra una roca o no resisten un vendaval y se hunden. 

Hay otros que parecen submarinos que exploran los secretos de las profundidades.

Así son los Adeptos de la Hermandad Rosacruz, quizás profundamente involucrados en secretos gubernamentales, en misiones importantes, guardianes avanzados en la investigación, difíciles de encontrar, difíciles de destruir, conquistadores del enemigo de las almas. 

Luego están los aviones; estos son símbolos de los Hermanos Mayores, que navegan en otro elemento. 

Porque están en el aire, en la atmósfera clara del aire enrarecido, y ven más allá de las nieblas que ocultan el pasado y el futuro a nuestra limitada visión. 

Este tipo de personas no aparecieron en un solo día. 

Hay mucho tiempo de desarrollo entre el desvencijado bote de remos y el submarino o el avión.

La paciencia debe tener su ciclo de trabajo cumplido: el alma debe crecer ordenadamente, primero la hoja, luego la espiga, y luego la espiga llena de maíz. 

Un día a la vez, un fracaso superado, un acto desinteresado, un pensamiento amoroso verdaderamente universal; a través de todos y cada uno de nuestros pasos en el “Camino Rosacruz de Preparación e Iniciación”. 

No tiene sentido preocuparse, no tiene sentido apresurarse; es una de esas situaciones en las que es mejor hacerlo muy despacio, porque si lo haces demasiado rápido cometerás errores. 

Sólo el tiempo y la paciencia pueden sanar el alma de su incapacidad y llevarla a la plena estatura de “Una sola persona en Cristo Jesús ”[2]. 

La secuoya, el árbol más grande del mundo, tarda miles de años en alcanzar su imponente altura, y en comparación, los otros árboles centenarios parecen pequeñas plántulas de él.

Las estructuras fuertes y permanentes avanzan lenta y seguramente; sin embargo, están construidas para durar, para resistir las tormentas y las tensiones de la vida. 

Es muy bueno para los estudiantes de Filosofía Rosacruz tener estas verdades constantemente en sus mentes (y no aumentar las cargas de la sede de un Centro Rosacruz, escribiendo con un espíritu de crítica, de impaciencia, como algunos que conozco. 

El escritor es muy lejos, y aun así termina entrando en contacto con otros Estudiantes que también demuestran esa incomprensión de la vida). 

Los medios para el crecimiento, el cultivo y el poder del alma están en nuestras manos, en nuestros hogares y en el entorno que nos rodea. 

Aquí y ahora es nuestro lugar y tiempo para comenzar de nuevo, cada día bendito, a desarrollar un cuerpo espiritual, a preparar las glorias prometidas a los fieles hasta el fin. 

“Pocas fuerzas tendréis si caéis en el día de la adversidad ” [3] .

(Publicado en: Rayos De La Rosa Cruz – enero/1916 – y traducido por los hermanos y hermanas de la Fraternidad Rosacruz de Mexico)

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[1] Nuevo Testamento: Hebreos 10:36

[2] Nuevo Testamento: II Cor 12:2

[3] NT: Sal 24:10