EL TRABAJAR CON LOS NIÑOS 

FRATERNIDAD ROSACRUZ DE MEXICO 

CENTRO DE ESTUDIOS DE LA SABIDURIA OCCIDENTAL MEXICO

EL TRABAJO CON LOS INFANTES

La necesidad urgente del momento es un entorno adecuado y educativo para los niños. 

La falta de esto se debe a la falta del amor de Cristo en el mundo y causa naufragios en el camino.

El Niño Jesús representó a la humanidad desde la cuna hasta la tumba. 

Hay una terrible agitación en todas partes. 

El grito de los niños que están siendo descuidados ha llegado al plano universal y ha llegado al Trono en lo Alto. 

El Padre escuchó y envió a su mensajero a la tierra para despertar el corazón femenino del mundo. 

Los Hermanos Mayores de la Orden Rosacruz tienen un mensaje que dar que es más general que solo para el corazón de la mujer, es para el alma de la mujer del mundo.

El objetivo es enseñar a los niños cómo usar mejor los poderes de la imaginación. 

Esto produce un pensamiento normal y correcto, lo que contribuye a una vida normal y correcta. 

Al dirigirlos a pensar correctamente, aprenden a actuar correctamente y se desarrollan como la Rosa, desplegándose ansiosa e impacientemente, abriendo sus corazones para beber el sol de la mañana.

Si la imaginación está correctamente dirigida, la felicidad futura del niño estará asegurada. 

Las fuerzas más poderosas del mundo están en silencio. Se vuelven beneficiosos cuando se usan correctamente, pero destructivos cuando se usan mal. 

Este conocimiento es obvio en relación con fuerzas mecánicas como el vapor, la electricidad, la telegrafía inalámbrica, etc. 

Pero pocos han aprendido a aplicar este conocimiento al reino de la Mente, donde las fuerzas del pensamiento (las más poderosas de todas) están trabajando; donde están siendo generados y enviados como fuerzas de salvación o destrucción, porque los pensamientos son cosas.

Toda la sabiduría posible para el ser humano en este plano material debe encontrarse en el dominio propio, y siguiendo el mandamiento de Cristo-Jesús, "Amad a vuestros enemigos", obtendremos una sabiduría sublime. 

Al dominar y transmutar estas fuerzas del pensamiento, nos convertiremos en dueños del mundo que nos rodea. 

Las guerras, las plagas y el hambre son el encuentro, el choque entre las fuerzas del pensamiento que han sido mal dirigidas. 

Estas fuerzas traen todo a la manifestación.

Debemos enseñar a los niños a ajustar sus pensamientos para cooperar con Dios. 

Se les debe enseñar a lograr dentro de sí mismos la destrucción del mal a través de la intercesión del buen pensamiento y así trabajar en armonía con la ley divina.

(Publicado en Rays de la Revista Rosacruz de julio de 1916)

En Amoroso Servicio

Centro de Estudios de la Sabiduria Occidental Mexico