LA PEQUEÑA ESTRELLA

LA PEQUEÑA ESTRELLA:

(Enseñando las notas clave de los planetas a los niños)

Érase una vez una estrellita que estaba muy, muy triste.

No se sentía nada bien y tampoco sabía qué le pasaba.

Entonces lloró, lloró hasta que su madre, que tenía mucho que hacer, se alejó diciendo:

"Estás esparciendo tinieblas alrededor y esto arruinará todo mi trabajo";

"aprende tu lección para cuando regrese".

Así que la estrellita empezó a pensar y pensar...

"Ojalá supiera a qué se refería con eso".

Pero ella se puso cada vez más triste. Y nunca pensó en preguntarle a nadie qué le pasaba.

Era natural que se sintiera peor después.

Las otras estrellitas que estaban más cerca parecieron volver la cara y alejarse.

Estaba terriblemente solo. Después de sentirse así durante mucho tiempo, decidió que sería mejor pedirle a las otras estrellas que le mostraran cómo ser feliz.

- "Mi nombre es Júpiter ", dijo su gran amigo.

“Le doy salud, felicidad y abundancia a quien me deja brillar dentro de su corazón”

-“Me gustaría saber cómo lo hace”, se dijo la estrellita. Luego fue a otra estrella y le preguntó cómo se llamaba.

- "Mi nombre es Saturno,", respondió.

"Cuando la gente me quiere, los hago constantes, firmes y verdaderos.

Si no desarrollan estas cualidades, se vuelven fríos e infelices.

Agradecería saber a qué se refería con eso, pensó la estrellita.

Luego fue a hablar con el señor Marte , a quien llamó en voz alta: preguntando:

-"¿Qué es

'yo enseño a la gente a hacer cosas', respondió Marte. '

Cuando no me consideran, se vuelven indiferentes, descuidados'. '

¿Y tú qué haces?', preguntó Venus.

'Yo enseño la gente a amarse unos a otros, respondió Venus, "Si no fuera por mí, se extraviarían y se perderían por el egoísmo".

Justo en ese momento,

-"¿Que haces?" preguntó la pequeña estrella.

-“Proporciono cuerpos a las personas, para que aprendan a encontrar sus propias almas”, le dijo la Luna.

"¿Has encontrado, por casualidad, el tuyo?" ¡Entonces se alejó majestuosamente!

- "¿Y quien es usted?" Preguntó la estrellita a alguien que se acercaba.

- "Soy Urano . Soy desinterés, es decir, generosidad, abnegación. No soy egoísta.

Quien me encuentre, se habrá encontrado a sí mismo".

- "Tú ahí.

¿Cómo te llamas y qué haces?" Interrogó la estrellita a otra estrellita que pasaba.

-"Soy Neptuno . Soy el Amor Divino", respondió.

"Aquellos que me encuentran encuentran la perla de gran valor".

"¡Qué interesante", se dijo a sí misma la estrellita, "¡todos hacen un trabajo importante"!

Ella bajó la cabeza de una manera desalentadora.

Y esto, como te decía al principio, lo empeoró, casi perdiendo su brillo majestuoso asomó su cabeza más allá, en el horizonte.

Como su última esperanza aún vacilaba, la estrellita gritó:

-"Ay Sol dime que puedo hacer"?

Fue entonces cuando la gran estrella habló en voz alta, en respuesta a la pregunta de la pequeña estrella: - "¡Brilla, pequeña estrella, brilla, o morirás!

" Y tan grande era la luz que emitía, que el Sol le lanzó un beso, Júpiter la saludó, inclinándose, y Saturno, Marte, Venus y Mercurio agitaron sus manos hacia su corazón.

La pequeña estrella finalmente había encontrado su trabajo; y creció tanto que cuando su madre regresó, estaba tan grande y ocupada como estaba.

Del libro: Cuentos de Acuario para Niños

En Amoroso Servicio

Centro de Estudios de la Sabiduría Occidental Mexico