EL SACRIFICIO LIBERADOR

FRATERNIDAD ROSACRUZ DE MEXICO

CENTRO DE ESTUDIOS DE LA SABIDURIA OCCIDENTAL MEXICO


EL SACRIFICIO LIBERADOR

CARTA DEL ESTUDIANTE

NOVIEMBRE - DICIEMBRE 1996.

Estimado amigo:

Bajo la guía de los Angeles, la humanidad estaba caminando por el sendero del desarrollo evolucionario como fue originalmente planeado por las grandes Jerarquías Creadoras. De este sendero se desvió a las profundidades de la materialidad conducida por los Espíritus de Lucifer, y fue sólo cuestión de tiempo que se vio tan profundamente entrampada en las cosas que pertenecen al mundo material, que la mayoría de los humanos perdió de vista su origen espiritual y llegaron a un estado en que, sin ayuda no podían liberarse de esta condición y pronto se perderían en lo que se refiere a nuestro propio esquema de evolución.

Nuestra tierra estaba cristalizándose rápidamente, su velocidad vibratoria estaba retardándose y la envoltura de materia de deseos que la rodeaba se estaba volviendo vil más allá de toda descripción. Las masas de humanidad estaban rápidamente degenerándose al nivel de los animales.

Fue entonces cuando el gran Espíritu: Cristo, en quien había florecido el segundo aspecto del Dios de nuestro sistema solar, que es el principio: AMOR-SABIDURIA, se ofreció a Sí Mismo como sacrificio viviente para redimir a una humanidad caída. Jesús, uno de nuestra propia oleada de vida, el espiritualmente iluminado Nazareno, dio su cuerpo a este gran Espíritu Cristo, para funcionar en el, y en él vivió y se movió entre los hombres, demostrando objetivamente el gran principio de amor de Dios el Creador, el único poder existente de suficiente potencia como para redimir a un pueblo caído.

Por tres años caminó entre los hombres y habló con ellos y luego, impulsados por un ciego e irracional prejuicio, le crucificaron; crucificaron a este gran Arcángel que había venido a salvarnos de una muerte en vida.

Pero con esta liberación de su cuerpo físico, el sacrificio de este gran Espíritu solamente acababa de comenzar.

Con la sangre derramada entró efectivamente en la tierra y mediante el poder de sus propias elevadas vibraciones, rompió su cristalización.

A continuación aceleró la vibración de la región etérica que la compenetra y rodea.

Entonces, a través del poder de Su propio amor purificador, purgó y limpió el Mundo de Deseo, esa región que compenetra las regiones química y etérica y se extiende más allá de de ellas. Fue en esta forma que quitó los pecados del mundo, porque purificando el Mundo del Deseo hizo posible que la humanidad obtuviese una materia de deseos mejor, más limpia y más pura con la cual revestir sus emociones y deseos.

Aun después de este gran sacrificio, El no nos abandonó definitivamente!. Cada año vuelve a Nosotros y repite la Purificación, acelerando el proceso, y mediante Sus a menudo repetidos esfuerzos, la materia con la cual formamos nuestros cuerpos vital y de deseos, está volviéndose gradualmente más ligera, más rarificada y más dócil a la voluntad del espíritu interno, el Dios que mora internamente en todos y cada uno de los individuos.

El poder de este gran amor está disolviendo lentamente las rocas duras que en gran cantidad componen la tierra, este mismo poder es el que vitaliza cada creación viviente individual desde la más humilde planta hasta el ser humano más avanzado.

La vida adicional que Él nos trae anualmente es la que hace germinar al grano, que crezcan los árboles y que las flores florezcan y es la misma que revivifica a la humanidad.

Sin esta fuerza adicional cristalizante, nuestra tierra y todo lo que hay sobre ella, ciertamente se disolvería y volvería al caos.

Si no fuese por el sacrificio anual de Cristo crucificado, nuestro planeta tierra se esfumaría en lo que se refiere a su presente existencia.

Los Equinoccios, que señalan el tiempo en que el sol cruza el Ecuador en el otoño y en la primavera, también señalan el tiempo en que el gran Espíritu del Sol, el Cristo, anualmente viene y abandona la tierra.

En el otoño, en el Equinoccio otoñal, es cuando Él primeramente toca su atmósfera en su viaje de retorno para salvar a nuestro globo de la cristalización y de una cierta destrucción.

En la primavera, en el Equinoccio vernal, es liberado de las apretantes condiciones de la tierra, y queda libre para volver a Su morada celestial.

También vemos que los Solsticios marcan el tiempo en que el sol se encuentra mas alejado al norte del Ecuador, o más alejado al sur; también indican para los que saben, la estada del Cristo en el hogar celestial del Padre en el solsticio de verano; y les recuerda Su amoroso acto de auto-sacrificio en el tiempo de Navidad, en el Solsticio de invierno, cuando da Su propia fuerza vital y Su omnímodo amor al máximo, a toda la tierra y todo lo que está sobre ella.

En el tiempo de Navidad damos nuestro dinero a otros, y a menudo lo hacemos a regañadientes, comprendiendo poco que este gran Espíritu, entonces prisionero en el centro de la tierra está derramando libremente Su fuerza vital a todos nosotros con el fin de que no fracasemos en lograr nuestro propósito en nuestro presente esquema de evolución. Damos pobremente de nuestras posesiones mundanas.

Damos porque es la costumbre. Él da para salvar a un mundo y sus habitantes de una cierta destrucción.

Cuándo vamos a llegar a una verdadera y profunda comprensión de nuestra obligación para con este gran Ser y a demostrar nuestra gratitud hacia Él, cesando de hacer el mal y desarrollando las necesarias calificaciones que nos prepararán para proseguir nuestra propia evolución sin ayuda, y por consiguiente ayudar a liberar al Señor Cristo del sacrificio anual de Sí Mismo que está haciendo por nosotros?

Durante esta bendita y Santa Estación saquemos el tiempo para mirar hacia adentro...Para estar quietos...para comprender verdaderamente este sacrificio del Cristo por nuestra causa que Dios nos otorga.

Si realmente tratamos de trabajar en nuestra pequeña esfera, no esperando las cosas mas grandes hasta que hayamos hecho el trabajo inmediato, entonces encontraremos que puede alcanzarse un maravilloso crecimiento anímico; que las personas de nuestro alrededor verán en nosotros algo que pueden no poder definir, pero que, no obstante, será manifiesto a todos. Verán esa luz de Navidad, la luz del Cristo recién Nacido brillando dentro de nuestra esfera de acción.

Que Dios nos ayude durante el año venidero a alcanzar una mayor semejanza con Cristo de la que hasta ahora hayamos alcanzado.

LA FRATERNIDAD ROSACRUZ

Departamento Esotérico.

En Amoroso Servicio

Fraternidad Rosacruz de Mexico