INOCENCIA INTERIOR

1. Retomad vuestra inocencia interior, para que seáis niños en el espíritu.

2. Venced la pereza e inconstancia, con vuestra oración y vuestra meditación y fortaleceos con el ayuno.

3. Abrid vuestro tesoro interior y mostradlo a vuestros hermanos y dadlo sin condición.

4. Amad a la verdad, vivid en ella y dadla a conocer, amorosamente, a vuestros hermanos, cuando tengáis que dirigiros a ellos.

5. Buscad la ayuda divina, cuando os sintáis débiles y desfallecidos interiormente.

6. Recread con frecuencia vuestro espíritu, en las delicias que os da el mundo espiritual, elevando vuestra mente y vuestro corazón.

7. En vuestros ratos libres enriqueceos y fortaleceos, con lecturas silenciosas que vivifiquen y alimenten vuestra vida espiritual.

8. Cuidad y proteged vuestro cuerpo de toda contaminación espiritual, que os llegue a perturbar.

9. Sed como las hormigas, que trabajan sin descanso, para proveerse su alimento y vosotros para proveeros del alimento espiritual, que os da la oración y la meditación.

10. Sed obediente y observad la ley natural, actuando en vuestro cuerpo y no enfermaréis.

11. No comáis ni bebáis alimentos que contaminen vuestro cuerpo, ya que entorpeceríais vuestro crecimiento espiritual.

12. Comed y bebed en la medida que vuestro cuerpo lo asimile, para que no caigáis en excesos.

13. Pensad y dilucidad que el alimento del cuerpo, es correspondiente con el alimento del alma.

14. Cultivad la tierra con amor y ella os alimentará.

15. La tierra es vuestra madre terrenal, amadla y cuidadla con vuestra pureza interior.

16. En vuestro silencio interior no penséis mal de nadie y no ofendáis a nada ni a nadie.

17. Cuando aréis el suelo de vuestra madre tierra, hacedlo con reverencia y con su aceptación.

18. Trazad cada día una meta espiritual, que logréis alcanzar durante el día.

19. Haced de cada día de vuestra existencia, un eslabón que ensanche a vuestros hermanos en Dios, en la cadena dorada del amor. 20. Haced de vuestra vida silenciosa un sagrario, donde guardéis y contempléis la divinidad en vosotros.

21. Enseñad con vuestro silencio, a quienes os rodean, a llevar una vida de paz y armonía.

22. Tened muy claro en vuestra mente y en vuestro corazón, el sendero que vivís y lo que queréis hacer, para que no os equivoquéis y os confundáis.

23. Uníos cada día al canto de aves, para que participéis de la alegría de la creación y sintáis la unidad en vosotros.

24. Servid siempre y no perdáis oportunidad alguna para hacerlo, sin esperar ninguna recompensa.

25. Convivid con vuestros hermanos, con la consciencia que son la Presencia de Dios en vuestro mundo.

En Amoroso Servicio

Fraternidad Rosacruz de México

Centro de Estudios de la Sabiduría Occidental México