POR QUE EL TEMPLO DE DIOS ES SANTO.
SAN PABLO
FRATERNIDAD ROSACRUZ DE MEXICO
CENTRO DE ESTUDIOS DE LA SABIDURIA OCCIDENTAL MEXICO
FRATERNIDAD ROSACRUZ DE MEXICO
CENTRO DE ESTUDIOS DE LA SABIDURIA OCCIDENTAL MEXICO
POR QUE EL TEMPLO DE DIOS ES SANTO
SAN PABLO
ROSACRUCIAN FELLOWSHIP
LECCION DE FILOSOFIA
MARZO-ABRIL 1999
A través del contacto con Jesucristo, nuestra humanidad se pone en contacto con el Mundo de Dios. Cristo, el más alto Iniciado del Periodo Solar, funciona conscientemente en el Mundo del Espíritu de Vida, aunque también tiene el poder y el conocimiento para funcionar en un vehículo tan denso como el cuerpo de deseos. No puede descender más abajo, por carecer de experiencia en esas regiones.
Esta es la razón por la cual tuvo que utilizar el cuerpo físico y el cuerpo vital de Jesús de Nazareth para ponerse así en contacto directo con la oleada de vida humana actual.
Por medio de estos dos vehículos inferiores podia entonces funcionar en cuerpos correlacionados con los siete grandes Planos Cósmicos.
Personal e individualmente, El conocía el camino hacia Dios, el camino completo desde el Plano Físico hasta el Trono de Dios.
Es la combinación de Cristo y Jesús la que nos permite llegar al Trono de Dios. A esto es que se refirió Pablo cuando dijo: “Sólo hay un mediador entre Dios y el Hombre: Jesucristo.”
Cuando Pablo recibió su primer despertar en la vida cristiana, no conocía a ninguno de los discípulos de Jesús, aunque era un declarado enemigo de todo el que enseñara las verdades dadas por Jesús a los Gentiles. Saulo, quien luego se llamó Pablo, había liderado el movimiento que apedreó de muerte a Esteban.
No satisfecho con esta persecución, también generó el caos en la Iglesia y quería, una carta del sumo Sacerdote de la Sinagoga que le otorgara una mayor autoridad para perseguir a los Cristianos. Pero rumbo a Jerusalén, cuando llegó a Damasco, le ocurrió algo que es de vital importancia para todo Cristiano.
El fundamento mismo de la Iglesia, se basa en esta importante experiencia.
“Pero cuando ya se encontraba cerca de la ciudad de Damasco, una luz que venía del Cielo, brilló de repente a su alrededor.” Y Saulo cayó al suelo y oyó una voz que le decía: “Saulo, Saulo, ¿porque me persigues?”
Saulo preguntó Quién eres, Señor!
La voz le contestó: “Yo soy Jesús, el mismo a quien estás persiguiendo”. Hechos: 9,3-5.
En unos pocos momentos y por medio de las palabras de alguien invisible, este enemigo declarado de Jesús y su más recalcitrante persecutor, fue convertido en un amigo.
Ocurrió un completo cambio desde la oscuridad espiritual de la intolerancia, hacía la maravillosa luz de unidad en Cristo.
Este es uno de los grandes milagros de la Biblia, porque gracias a este maravilloso cambio del brutal Saulo en Pablo, el compasivo amante de la humanidad, el hombre ha recibido una indecible guía espiritual.
Luego de Jesucristo, Pablo permanece como un pilar, el fundamento, sobre el cual descansa la Enseñanza Cristiana.
Pablo le inyectó al trabajo Cristiano, el mismo celo que tenía cuando perseguía a los seguidores de Jesucristo porque él no podía andar a medias.
El, no podía ser tibio. El hombre o la mujer que busca la verdad o que trabaja de manera indecisa, nunca realiza nada que valga la pena y esto es válido en cualquier camino de la vida, bien sea en el campo de los negocios, social o religioso.
¡El tibio siempre es puesto contra la pared, mientras que el hombre que se entrega de corazón completo a su trabajo, es el que triunfa y se convierte en un maestro arquitecto!
La antigua máxima, “Entre más grande el pecador, más grande el santo”, es correcta. Siempre que un hombre que ha dedicado toda su energía al camino de lo malo, se convierte hacía el camino del bien, al igual que Pablo, se entregará de todo corazón a su más elevada obra.
Siempre crea un ambiente de acción en lo que se interesa.
Ninguno de los discípulos que habían seguido a Jesucristo y que habían recibido su enseñanza por más de tres años, había mostrado tanta vigorosa energía en diseminar la enseñanza que se les había confiado.
Pero cuando Pablo entró a las filas de los Cristianos, empezaron a ocurrir cosas.
La gente fue agitada. Había aparecido uno que estaba destinado a ser un líder, uno que hablaba con autoridad, poniendo en sus enseñanzas la fuerza vital de la experiencia personal.
El, era un maestro arquitecto, un iniciado destinado a ser un canal para construir un magnífico orden espiritual, como nunca se había hecho antes y que se iba a diseminar, por todo el mundo.
En el segundo capítulo de la Primera de Corintios, Pablo humildemente dice a sus seguidores que él no viene con excelencia en el hablar; que él, está decidido a no mostrar lo que aprendió en Tarso; que él no venía a dar discursos con palabras deslumbrantes producto de la sabiduría del hombre, sino a una demostración del Espíritu de Dios y de Su Poder.
El continúa diciendo “Nosotros hablamos la sabiduría de Dios, sin usar palabras sabias ni elevadas.
El hombre material no recibe las cosas del espíritu de Dios porque éstas deben ser discernidas espiritualmente.” En el tercer capítulo, él da ésta maravillosa información:
“¿No sabéis que vosotros sois el templo de Dios y que el espíritu de Dios, habita en vosotros?
Porque el templo de Dios es santo y ese templo, son ustedes mismos”.
Con estas palabras, Pablo quiere inculcar a sus seguidores el hecho de que el cuerpo físico es la morada de Dios o del espíritu morador y que sólo en la medida que lo purifiquen y lo conviertan en la casa del Dios vivo, podrá el espíritu humano crecer y desarrollarse; también, que solamente por medio del crecimiento y del desarrollo del poder espiritual, puede el hombre discernir los misterios ocultos de Dios.
En Amoroso Servicio
Centro de Estudios de la Sabiduria Occidental Mexico