PARA DIOS, TODOS ESTAMOS VIVOS

(“… porque para El, todos viven”)

Lc 27,40

Dios…, la Vida… y la muerte, La Luz, las tinieblas y el Renacimiento.

Son verdades, que hemos de tenerlas presentes.

Cristo Jesús nos dejó la tarea de aprender de El, haciéndonos primero sus Discípulos y luego Apóstoles suyos.

La Iglesia es una sola y el mismo Cristo la ha ido guiando desde que fue fundada, preparando a los Egos que se han ido adhiriendo a la misma de acuerdo con sus particularidades.

Por un lado tenemos a los que buscan la verdad y necesitan tener una clara comprensión de la misma y por otro lado a los que no necesitan muchas explicaciones y se adhieren a ella porque ya sienten en su corazón, esa verdad que enseña el Señor.

Sin embargo, debe encontrarse el equilibrio y por esta razón el mismo Cristo promovió la creación de la Fraternidad Rosacruz y todo el tiempo la está guiando y supervisando.

Se busca que al entrar a la Era de Acuario, la mayor parte de la humanidad haya logrado el tan deseado equilibrio.

Para desmitificar las verdades mostradas con un cariz religioso, propia de Piscis, los Hermanos Mayores prepararon las sublimes enseñanzas con el uso de la ciencia, pero la ciencia espiritual, que es la que va a predominar en la Era de Acuario.

De esta manera, es que nosotros podemos comprender lo que nuestra cabeza había sancionado y comenzaremos a vivir la verdadera vida religiosa.

Por eso, en estos días de las festividades de Todos Los Santos y los Fieles Difuntos, hemos de entender que estas situaciones, son las que le acontece a la humanidad misma.

Esta comprensión, es precisamente debida a la Enseñanza que hemos recibido de la Fraternidad Rosacruz, también guiada por Cristo.

La vida y la muerte están unidas, así como lo están el día y la noche.

La Festividad de los Santos es la comprensión de que todos hemos de llegar a los Cielos una vez experimentado en esta realidad física y la Festividad de los Difuntos, es para recordarnos que la mayoría de la humanidad debe pasar por el Purgatorio; la Fraternidad Rosacruz sin embargo nos ha mostrado un atajo: vivir el Purgatorio diariamente con la práctica de la Retrospección.

Es la Doctrina del Renacimiento la que nos aclara perfectamente esta aparente separación; nos enseña, que es parte de la evolución del ser.

Es muy interesante además notar que estas festividades están dentro del influjo cósmico de los signos solares de Escorpio, Sagitario y Capricornio:

De la transformación, el impulso a la visión trascendente y la eliminación de lo caduco.

El Cristo es el ejemplo de lo que debe ser el hombre: morir para vivir.

Con Su sufrimiento al ingresar a la tierra (la agonía), es la manera en que se nos da la vida que necesitamos, en la Navidad, durante el signo de Capricornio (representado a veces con la guadaña).

Él dice: “… sólo si el trigo muere da mucho fruto” y con ello nos muestra que, si pasamos por la experiencia de la Muerte Mística debidamente, como es en el momento de la Retrospección nocturna, vamos a liberarnos de esa pesada carga y nuestra existencia será realmente renovada como si volviéramos a vivir.

Al meditar estas verdades, llegamos a la conclusión de que si hemos de “despojarnos del hombre viejo” como lo señala San Pablo, hemos de pasar por la experiencia mística de la muerte y entonces decidimos regenerarnos (simbolizado e influido por Escorpio), sabiendo que la Luz Trascendente nos espera (Sagitario), para que luego entendamos que en la obscuridad del encuentro con nosotros mismos (Capricornio) vamos a lograr la comprensión de que el único camino para vivir en la felicidad, es la Fraternidad Universal (Acuario).

Así que, si logramos vivir estas experiencias de la Verdad, nuestra personalidad realmente va a servir como debe ser, al Espíritu inmortal que somos.

Por eso decimos hermanos, que para Dios (el Eterno Yo Soy), todos estamos vivos.

Tema de Jose Holgado

Domingo 30 de Octubre del 2022