EL HOMBRE MODERNO 

Y SU CAMBIANTE MUNDO


FRATERNIDAD ROSACRUZ DE MEXICO


CENTRO DE ESTUDIOS DE LA SABIDURIA OCCIDENTAL MEXICO



EL HOMBRE MODERNO Y SU CAMBIANTE MUNDO

LECCION MENSUAL DE FILOSOFIA

Octubre de 1985


Ha llegado a ser evidente para todos que nuestro mundo está pasando a través de un gran cambio en todos los niveles. 

Hemos presenciado un cambio en la mente del hombre (nueva comprensión relativa al hemisferio cerebral izquierdo, ligado al tiempo, y al hemisferio cerebral derecho, ligado al espacio), así como una explosión en el campo de la tecnología, abriendo esto nuevas puertas para el espíritu aventurero del hombre, y trayendo nuevas esperanzas y posibilidades en el nivel material para resolver los problemas de nuestra civilización. 

Menos evidentes, tal vez, son las nuevas oportunidades espirituales que también abundan a nuestro alrededor. 

Si el hombre desea sacar la más grande ventaja de las nuevas posibilidades debe conocerse a sí mismo aún más, aprender nuevos conceptos, enseñarse a sí mismo nuevas habilidades, sentirse cómodo con sus nuevos instrumentos y obtener una nueva perspectiva de la vida, de modo que pueda estar mejor preparado para el siglo veintiuno, la puerta de entrada para la era del espacio.

El definido avance proporcionado por los adelantados de nuestra era está en agudo contraste con la degeneración moral que se ve en este tiempo. 

Muchos descubrimientos pueden permanecer ocultos, hasta que suficientes personas estén preparadas en usarlos para elevar a la humanidad y no para esclavizarla, como muchos podrían ser tentados a hacer en la actualidad. 

Cuanto más avance la humanidad en su búsqueda de la luz, tanto más las fuerzas de la destrucción la desafiarán y nuestros hermanos más débiles cederán a la tentación, y se hundirán en la auto-destrucción y en la degeneración

El contraste está haciéndose más claro hoy en día, y los más fuertes entre nosotros deben estar listos en ofrecer una mano de ayuda al débil para mantenerlo en pie, de modo que tantos como sea posible puedan continuar ascendiendo en las huellas de nuestro indicador del camino, el Cristo.

Ha llegado el tiempo de que gran tribulación nos sacuda de acá para allá para probar nuestro músculo espiritual y nos indique dónde nos falta fuerza espiritual. 

San Mateo en su Evangelio (7: 13 y 14) nos exhorta a "entrar por la puerta estrecha": 

"Porque ancha es la puerta, 

y espacioso el camino que lleva a la perdición, 

y muchos son los que entran por ella; 

porque estrecha es la puerta, 

y angosto el camino que lleva a la vida, 

y pocos son los que la hallan". 

Las Enseñanzas Rosacruces fueron dadas a la humanidad con el fin de contestar muchas de sus preguntas, y de este modo estimularle a vivir una vida que restablezca un eslabón consciente con el espíritu que mora internamente, y a servir al espíritu que mora en los demás.

El materialismo, la sensualidad, el egotismo y el egoísmo están entre las muchas trampas puestas por las fuerzas de la destrucción para cegarnos e impedirnos el restablecer ese vital eslabón consciente con el espíritu que mora en nosotros. 

Nuestro planeta es un gran campo de batalla en el que las fuerzas de la luz y las de las tinieblas están en guerra para conquistar la supremacía. 

Las fuerzas de la luz tratan de liberar a nuestro espíritu, mientras que las fuerzas de las tinieblas buscan la libertad material para nosotros, una ilusión que obstaculiza seriamente al espíritu. 

En nuestra búsqueda alcanzaremos la libertad final espiritual sólo cuando el espíritu esté en el pleno control de sus vehículos, y no de otra manera. 

A veces parece como si el mundo hubiese perdido todo sentido del bien y del mal, y como si Dios nos hubiese dejado de su mano. 

Pero no nos dejemos engañar por las apariencias. 

Debemos comprender que nuestra responsabilidad aumenta con nuestra libertad. 

En tanto que leyes externas nos inciten a hacer el bien por temor a ser capturados si hiciéramos algo malo, somos esclavos. 

A medida que traigamos la Ley dentro de nosotros mismos, aprenderemos a hacer el bien porque sabemos que hacerlo así es bueno.  

Entonces fortaleceremos  nuestro espíritu.

Por encima de todo, se requiere un fuerte carácter moral con el fin de evitar las muchas trampas que nos tientan a alejarnos del SENDERO DE LA PUREZA

Somos una sola cosa con Dios; siempre lo hemos sido y siempre lo seremos, pero no tenemos conciencia de ello. 

La Chispa de Dios que duerme en nosotros debe finalmente ser despertada, de modo que el Dios externo macro cósmico y el Dios interno micro cósmico puedan ser una sola cosa con plena conciencia, y en esa forma convertirse en nuestra siempre presente luz guiadora. 

Las luchas y tribulaciones que encaramos en este tiempo son pruebas dirigidas para colocar­ nos ante nuestras responsabilidades y obligarnos a hacer una pausa. 

Ellas fortalecen nuestros esfuerzos para erradicar los vicios que aprisionan el espíritu en la carne y nos dan la oportunidad de transmutar estos vicios en virtudes, conduciéndonos a la verdadera santidad.

Finalmente comprenderemos que cuanto más cambiemos, más lo continuaremos haciendo en el futuro. 

Lo que cambia no son los valores fundamentales de la vida, sino la vestidura en la cual estos valores se expresan a sí mismos; ay de aquel que confunda las dos cosas. 

El espíritu de la Ley de Dios permanece inalterable para siempre, pero la vestidura en la cual es presentado cambia con cada época y civilización. 

Como la conciencia del hombre evoluciona constantemente, surge a intervalos regulares la necesidad de hacer ajustes en la forma en la cual la letra de la ley es formulada, de modo que pueda transmitir adecuadamente la eterna substancia de la Ley. 

La Adaptabilidad es la clave. 

Max Heindel afirmó que estamos rezagándonos mucho más allá de lo programado para nuestra evolución. 

Debido a que no estamos haciendo lo que se requiere de nosotros para progresar, somos obligados por las circunstancias a dar dolorosos y drásticos saltos hacia adelante de tiempo en tiempo. 

En tanto que las circunstancias controlen nuestras vidas, somos sus esclavos. 

Debemos aprender a fortalecer nuestra voluntad y a usarla para impulsar nuestros actos, en lugar de reaccionar contra las circunstancias. 

Es tiempo de echar una buena ojeada a las cosas que no deseamos tener en nuestras vidas y comenzar a cambiarlas sin esperar que Dios o los Auxiliares Invisibles lo hagan por nosotros, ya que ellos no lo harán. 

Somos socios de Dios. 

Él es la cabeza y nosotros los miembros, haciendo cada uno su parte: nosotros plantamos la semilla y la regamos, y El da el crecimiento; pero El no labrará, ni plantará, ni regará por nosotros. 

Ponemos demasiada confianza en la Providencia, en el Destino, en Dios, y así sucesivamente, como una excusa para nuestra inacción, comprendiendo o poco que nuestro así llamado propio bien, o las malas circunstancias, no son los resultados de los arbitrarios dictados de Dios, sino las consecuencias directas de nuestras propias acciones, sentimientos y pensamientos pasados. 

Nuestra propia responsabilidad es vivir una vida que mejor pueda glorificar a Dios, actuando cuando sea necesario, haciendo lo correcto en el tiempo, apropiado y así seguir nuestro Lema: 

"Recta acción, recto sentimiento, y recto pensamiento ".

El cambio debe venir desde adentro; luego vendrán los deseados cambios externos. 

Es demasiado fácil esperar que otros cambien lo que es malo, pero ningún cambio efectuado por otros puede satisfacernos hasta que no hayamos cambiado internamente. 

El soñar acerca de un mundo mejor no hará nada por mejorarlo; llevar una vida ejemplar si lo hará. 

Más que nada necesitamos cambiar nuestra actitud. 

No estamos aquí para servirnos y glorificarnos nosotros mismos, sino a Dios, quien está trabajando con nosotros, y con nuestros semejantes. 

Amándonos, perdonándonos y pacientemente soportándonos unos a otros, especialmente en las más angustiosas circunstancias, nos llevará a construir un mundo mejor. 

Esto requiere un cambio en la conciencia que muchos no quieren hacer, y por esto es por lo que estamos siendo confrontados con las presentes tribulaciones. 

Aquellos que presten atención a la advertencia pueden ahorrarse mucho dolor innecesario y, en lugar de eso obtener mucho poder anímico para ser usado en ejemplificar la verdadera santidad. 


Como William Penn una vez dijo: 

"La santidad no aparta a los hombres del mundo, 

sino que los capacita para vivir mejor en él, 

y estimula sus esfuerzos por mejorarlo".


LA FRATERNIDAD ROSACRUZ

Departamento Esotérico

Tema Tratado Domingo de Servicio Devocional Dominical

Exponente Miriam Garbarino

02 de Octubre del 2022