CONSTRUYENDO

EL FUTURO


POR MAX HEINDEL


CENTRO DE ESTUDIOS

DE LA SABIDURIA OCCIDENTAL MEXICO

CONSTRUYENDO EL FUTURO

Max Heindel

¿Nunca se le ha ocurrido pensar a usted que la “HORA O MOMENTO PRESENTE ES NUESTRO”, que lo futuro lo tenemos en nuestras manos, las suyas y las mías? Fíjese en ello, ¿Aprovecharemos esta oportunidad que Dios ha colocado ante nosotros?

Aunque es cierto que los Señores del Destino nos traen a todos nosotros las deudas que todavía no hemos pagado y que exigen el pago de ellas, siempre están colocando ante nosotros, diariamente y a todas horas, oportunidades que, si las aprovechamos, nos traerán desmedidos beneficios.

Lo que ellos requieren de nosotros es que, desinteresadamente, respondamos con buena voluntad y dejemos nuestros deseos egoístas y nuestros sentimientos personales y trabajemos para el bien general, lo que ayude a muchos, más bien que atender solamente nuestras necesidades y nuestros deseos personales.

Grandes filósofos quienes por su vida abnegada han adquirido los modos y medios de conocer y comprender las leyes eternas en las cuales toda la vida reposa, nos dicen que nosotros somos los constructores de nuestros propios destinos, los artesanos que tejemos las hebras del destino en el gran telar de Dios.

Tenemos el poder en nuestras manos, si solamente nos esforzáramos por cambiar la lastimosa calamidad de estos tiempos en la paz, si todos prestáramos nuestra ayuda desinteresada como verdaderos hijos de Dios, estaríamos listos para hacer cualquier sacrificio necesario, y dejar a un lado nuestro egoísmo en favor del bien mayor.

Si el hombre solamente despertara y obrara constructivamente con sus hermanos en conjunto, si cooperará con otro en vez de mandar que otros se arrodillaran a su mando, si eso se pudiera efectuar

¡Qué mundo tendríamos!

El hecho de programarse por las mañanas para visualizar lo que vamos a hacer a lo largo del día, y verlo como una serie de oportunidades para hacer bien las cosas o simplemente hacer las cosas como si fueran para Dios, nos beneficiaría con un futuro destino mucho mejor en todos los sentidos.

El hombre es un Dios en formación y si él pudiera realizar su poder, si despertara a su latente poder divino dentro de sí, ¡qué trasformación mundana habría!

¿Por qué no podemos hacer un voto a nuestro ser superior y dirigir AHORA nuestros pensamientos y nuestros esfuerzos materiales a la tarea del despertar y el desarrollo de nuestros poderes divinos a fin de expresarles en toda palabra y en todo pensamiento y hecho?

En Amoroso Servicio

El Centro de Estudios de la Sabiduría Occidental Mexico