Reflexiones sobre la Astrología
La astrología es la ciencia que estudia la correspondencia entre la posición de los cuerpos celestes y los acontecimientos humanos. Es una ciencia de tendencias; ella enseña la armonía universal de la naturaleza.
La Astronomía y la Astrología formaron una única ciencia hasta el siglo XV, cuando se separaron en Europa.
Hoy en día, la verdadera Astrología cada vez es más conocida en Occidente con la importancia y utilidad de la carta natal que refleja nuestra naturaleza física, emocional y mental, nuestras fortalezas y nuestras debilidades.
Es muy cierto que la Astrología ha estado en manos de charlatanes y ha sido utilizada con fines egoístas aprovechándose de la ignorancia y la credulidad, pero recordemos que no existe moneda genuina que no sea falsa.
El antídoto contra la ignorancia y la superstición es el verdadero conocimiento.
El verdadero sistema de la Astrología es perfecto como lo es todo plan de Dios, pero la capacidad de leer el libro de la vida requiere un corazón puro.
Por tanto, el objetivo del verdadero astrólogo debe ser purificarse física, emocional y mentalmente de tal manera que la sabiduría divina encuentre en él un instrumento adecuado para manifestarse.
Los astrólogos de hoy sólo están sembrando las semillas, la cosecha será para otros.
Estamos sólo en los cimientos del Edificio. Como todas las ciencias ocultas, la Astrología incluye dos aspectos de la verdad universal: Vida y Forma. Pero aquí se trata más de Vida y Fuerza que de Forma y Materia.
En referencia a las verdades ocultas contenidas en su hermoso simbolismo, se puede decir que la Astrología es la "Ciencia de la Vida aplicada al estudio del carácter y el destino".
Los astrólogos hablan de “influencias planetarias”. Las palabras “influencia” y “flujo” provienen de la misma raíz latina “influo”, que significa “fluir hacia dentro”.
Algunos astrólogos consideran que al nacer el niño entra en la armonía universal de los mundos y que la influencia planetaria es como el flujo desde el planeta de una sustancia sutil que queda impresa en él.
Pero, sin ser contradictorio con este punto de vista, es importante saber que el niño nace en un momento en que las posiciones planetarias corresponden al “destino” que el Ego ha elegido para esta encarnación.
Por lo tanto, la “influencia planetaria” nunca es verdaderamente “externa” al individuo.
Además, el factor Epigénesis permite, en cierta medida, cuando el individuo pone energía y perseverancia en ello, influir en este “destino”.
Hay que entender que cada uno actúa según su carácter, piensa dentro de los límites de sus capacidades y, de este modo, moldea su destino.
“El carácter es destino”.
Uno de los objetivos de la evolución es el desarrollo de nuestro carácter.
Es muy importante que sepamos qué aspecto de nuestra naturaleza necesita ser fortalecido.
El estudio del tema astrológico puede ayudarnos con esto. En particular, hay un "planeta" dominante en la carta que indica la tendencia principal de la encarnación.
Ya sea que este "planeta" regente sea el Sol, la Luna (que no son planetas en el sentido astronómico del término), Mercurio, Venus, Marte, Júpiter, Saturno, Urano, Neptuno o Plutón, el principio en el hombre al que corresponde esta vibración planetaria será el polo de influencia más poderoso en la vida, aunque los demás factores astrológicos tendrán un papel que desempeñar como subinfluencias.
Si por ejemplo es Venus, significa que la influencia de los sentimientos y las emociones será un factor dominante en esta vida; pero su tipo de manifestación depende del punto de evolución alcanzado por el Ego: sensación, pasión, sensualidad o amor puro, ternura, devoción y compasión.
Si es Mercurio, entonces la razón, la reflexión, el intelecto en una de sus etapas, será la nota clave de la vida. Estas personas están ansiosas por saber y comprender.
Si el Sol es el dominante de la carta, entonces la fuerza, el poder, la capacidad de organizar, de liderar son los rasgos dominantes de esta vida.
Pero la forma de utilizar este poder, para el propio interés egoísta o para servir a la humanidad, depende, nuevamente, de la etapa de evolución en la que uno se encuentre y de la epigénesis que esté listo para manifestar.
¿Tenemos problemas para pensar por nosotros mismos?
¿Nos sentimos incapaces de responder a los sentimientos de otras personas?
¿Estamos fallando en mostrar simpatía?
¿Qué clase de voluntad tenemos? ¿Es ella fuerte o débil?
¿Somos demasiado dependientes de factores externos?
¿Tenemos dificultad para tener el control de nosotros mismos?
No olvidemos que la Armonía Divina siempre quiere expresarse a través de nosotros.
Pero a menudo hay ciertas claves que están atascadas en el mecanismo humano e impiden que las vibraciones superiores se manifiesten.
Si nos esforzamos por dominar nuestra naturaleza inferior con su egoísmo y sensualidad, podremos ganar varias vidas terrenales.
¿Cómo podemos construir nuestro carácter?
Por dos métodos: uno es el Pensamiento y el otro la Práctica.
Los seres humanos son criaturas pensantes: se convierten en aquello que piensan.
Supongamos, por ejemplo, que hemos tratado de aprender esa difícil ciencia del autoconocimiento y somos llevados a reconocer que la sinceridad no es un atributo de nuestro carácter. Aún así, admiramos esta cualidad y nos gustaría ser sinceros.
¿Qué debemos hacer?
Debemos pensar deliberadamente, cada día, aunque sólo sea durante cinco minutos al día, en la Verdad como ideal de virtud y tratar de practicarla en nuestras vidas.
Dentro de unos años habremos creado, dentro de nosotros mismos, un canal a través del cual la Luz Divina de la Verdad podrá manifestarse.
¿Es difícil esta tarea?
¡Sí, muy difícil! Pero recuerda que estamos construyendo para la eternidad y que una virtud, una vez instalada en nosotros, nunca nos podrá ser robada.
Así pues, con la eternidad ante nosotros, tomémonos nuestro tiempo.
Cuando la Verdad es una con nuestra naturaleza, toda ilusión y falsedad son imposibles, porque entonces poseemos la intuición espiritual que expone toda ilusión.
Entonces, la Astrología nos muestra lo que somos ahora pero también nos enseña lo que podemos hacer con nosotros mismos, las habilidades que podemos desarrollar a través del pensamiento y la acción.
Pruébelo y obtenga prueba personal.
Extracto dela Revista Rayos de la Rosacruz de junio de 2003, traducida en Amoroso Servicio, por la Fraternidad Rosacruz de Mexico.