LUZ DE AMOR


FRATERNIDAD ROSACRUZ DE MEXICO


CENTRO DE ESTUDIOS DE LA

SABIDURIA OCCIDENTAL MEXICO

LUZ DE AMOR

LECCION MENSUAL DEL ESTUDIANTE

Diciembre de 1986

Solamente cuando el conocimiento espiritual se convierte en una parte de la vida del hombre, puede este ser el señor de su propio templo (el cuerpo físico) y solamente cuando la conciencia Crística haya nacido y tomado posesión de este vehículo inferior, puede el hombre sentir y comprender realmente el verdadero espíritu de la navidad.

Es en esta época en que el espíritu de servicio y el de dar regalos son el comienzo de este más elevado nivel de conciencia Crística.

El hombre debe aprender primero los principios de inegoísmo, de pureza y de servicio.

Antes que pueda pisar el sendero hacia la vida superior, lo cual está haciendo gradual y laboriosamente a través del servicio y la privación.

Las presentes condiciones mundiales nacidas de la ignorancia, el egoísmo y el desafío de las leyes de Dios, están perturbando el equilibrio de los que se inclinan al materialismo, a tal grado que sufren en mente y cuerpo·

Aún entre los estudiantes de ocultismo que tienen un conocimiento de las verdades más profundas de la vida, se encuentran los que son críticos y destructivos en sus pensamientos.

Han obtenido conocimiento, pero no han permitido que la Luz del Cristo interno ilumine sus mentes y dirija sus vidas.

Los reajustes que tienen lugar en la vida y el pensamiento del neófito cuando comienza conscientemente a caminar en el sendero de la vida pura y del servicio desinteresado a los demás, dan algunas veces la oportunidad para que se incrementen las características del Yo inferior.

De aquí que sea esencial un examen periódico de sí mismo, una honesta evaluación de sus motivos e intenciones, así como de sus conocimientos y pensamientos habituales, para así poder seguir en el sendero de la Luz.

Es verdaderamente infeliz el aspirante que fracasa en comprender el hecho que primeramente debe volverse puro en pensamiento y en acción, antes de poder influenciar a sus amigos y vecinos; la expresión del amor y la tolerancia es el único medio con el cual el hombre puede ayudar a transformar al mundo en un lugar mejor.

Este cambio debe nacer dentro del corazón y la mente, porque el Cristo debe nacer internamente y Su conciencia expresada mediante el amor y el servicio. Ninguna condición mala, sea local o mundial, puede nunca ser reformada o reconstruida a través de la crítica, la envidia y el odio, que son en realidad opuestos a la Luz.

Para hacer descender la verdadera Luz de Dios, el hombre debe pensar y trabajar constructivamente, ya que la sabiduría divina viene únicamente al individuo que ha hecho de sí mismo un adecuado receptáculo por_ medio de una vida recta.

Cristo Jesús dijo; "Vosotros sois la luz del mundo".

En este tiempo del año, cuando la vibración espiritual (la Luz del Cristo) es la más poderosa, cuando la Luz de Vida irradia desde la tierra con toda su gloria, entonces es cuando el hombre, el dios en formación, puede captar más fácilmente las enseñanzas superiores.

De modo que este es el tiempo del año cuando aquellos que han recibido la sabiduría superior, deberían dar más libremente y hacer el esfuerzo de compartir con otros su "luz de amor", que es el conocimiento y la comprensión que traen consuelo al alma.

Que podamos luchar más celosamente por irradiar esta luz, dejándola resplandecer en forma de simpatía y amor humanos e indicando que el Cristo ha encontrado un hogar dentro de nuestras mentes y corazones.

Entonces toda la humanidad será beneficiada, y el día de la paz y la buena voluntad para con todos los hombres estará más cerca de la realidad.

Como estudiantes esotéricos, nuestro disfrute de la Navidad debería ser doble, y triple nuestra responsabilidad y comprensión de este evento cósmico.

La Iglesia Cristiana nos enseña que Cristo Jesús nació de María y José, gentiles miembros de la Hermandad Esenia.

Esta fue una devota secta, y una de sus comunidades estuvo localizada en las riberas del Mar Muerto.

Practicaban la caridad, buscaban la virtud, y vivían la vida santa como ellos la comprendían.

Es entendido que tuvieron una influencia benéfica y purificadora sobre la vida de su tiempo, y el niño que crecían ellos encontró educación y sabiduría

De acuerdo como la doctrina de la iglesia, cristo Jesús fue aparentemente como cualquier otro ser humano ya que nació y fue educado en la forma ordinaria.

Sin embargo, la versión esotérica habiendo sondeado más profundamente en el asunto, reconoce algo más en el nacimiento de este niño.

El cuerpo del niño Jesús fue sensibilizado hasta el más alto grado. El hombre Jesús estaba altamente desarrollado y era una persona muy avanzada en evaluación humana y espiritual, un líder entre sus semejantes.

Así como el más apto para obtener un vehículo que pudiera resistir la elevada vibración de un iniciado del sol.

El espiritualmente iluminado Jesús, uno de nuestra propia oleada de vida debía dar su cuerpo a un gran ser resplandeciente, quien debía venir y sacrificarse por la humanidad.

El gran arcángel solar, no había tenido ninguna experiencia en la construcción de un vehículo físico para sí mismo.

Cualquier ser de la oleada de vida arcangélica podía construir únicamente un cuerpo de deseos como vehículo más bajo.

Debemos recordar que el hombre prehistórico ya había dejado su hogar espiritual, y a medida que el tiempo avanzaba se volvió sensual y más materialista.

Algo tenía que hacerse para infundir ideales que lo elevasen, sus instintos religiosos tendrían que ser cambiados y el Dios interno tenía que ser despertado de nuevo.

Fue entonces cuando el gran espíritu crítico, en quien había florecido el principio de amor-sabiduría del dios de nuestro universo, se ofreció a sí mismo como un sacrificio viviente para redimir a un pueblo caído.

Su venida no era desconocida para los profetas y videntes de la nación judía.

Leamos en Isaías, cap. 9:”porque un niño nos he nacido, hijo nos es dado: y el principado sobre su hombre: y llamar ese su nombre admirable; consejero; dios fuerte, padre eterno príncipe de la paz.

Lo dilatado de su imperio y la paz no tendrán termino, sobre el trono de David y sobre su reino, disponiéndolo y confirmándolo en juicio y en justicia desde ahora y para siempre.”.

Y en el cap. 3 del evangelio de San Juan, leemos:

“Por qué el que Dios envió, las palabras de Dios habla.”

Y así el acontecimiento que superaría en importancia a cualquier cosa que hubiese alguna vez sucedido desde que la tierra fue expulsada de su planeta padre, el Sol, tuvo lugar cuando Jesús de Nazaret, a la edad de 30 años, fue bautizado por Juan en el rio Jordán.

Fue entonces cuando el espíritu santo descendió sobre su cabeza en forma de paloma y una voz que descendía del cielo dijo:

“Este es mi hijo amado, en el cual me complazco.”

Ahora Cristo pudo por fin ponerse directamente en contacto con la humanidad, por medio del sacrifico que Jesús hizo al cederle sus vehículos.

Él pudo en esta forma ver y sentir los problemas del hombre y encontrar el remedio a medida que caminaba y andaba con este. Entonces el espíritu del Cristo cósmico, el “Redentor” comenzó su obra benéfica y finalmente tuvo acceso a la tierra mediante la “sangre purificadora de Jesús” cuando esta corrió sobre el Gólgota, y ahora el espíritu de Cristo está trabajando desde el interior de nuestro globo para hacer más tenues sus constituyentes física y supra físicos, un enorme impulso espiritual fue sentido en el momento en que el tomo plena posesión de la tierra en el Gólgota.

Si no hubiese venido el cristo cuando vino, otro material para otra segunda luna habría sido acumulado sobre la tierra y expulsado del planeta llevándose con él los peores elementos.

Mediante el sacrifico del Cristo cósmico podemos ahora vivir más abundantemente en el espíritu, y también hay muchos en la tierra que están todavía determinando sus vidas de acuerdo a la ley de consecuencia, pero al mismo tiempo beneficiándose con la purificación de los éteres mediante los esfuerzos del “Redentor”.

Desde el tiempo en el que Cristo, el arcángel, apareció sobre la tierra, el principio del altruismo comenzó a apoderarse de la raza humana y así estamos gradualmente cesando de considerar únicamente el propio interés.

En la actualidad el hombre está todavía muy a menudo impregnado el sentimiento de egoísmo. Debemos purificarnos de esto, antes que podamos entrar en el reino de Cristo.

Esta es una tarea gigantesca, y no puede ser llevada a cabo en un abrir y cerrar de ojos. Requiere esfuerzo paciente y persistente el suplantar el egoísmo por el altruismo, el cual es el amor por toda la humanidad, conforme pasa el tiempo, las corrientes de Cristo se hacen más y más enérgicas y por medio de su benéfica administración hacia la humanidad, más y más éter interplanetario será atraído a la tierra.

Esto hará más luminoso nuestro cuerpo vital y podemos prever el tiempo en el que estaremos caminando sobre un mar de luz.

Cuando hayamos abandonado los caminos del egoísmo, los rayos de la aurora boreal y austral, podrán irradiar a través de todas las partes de la tierra que es el cuerpo de Cristo, desde el centro a la periferia.

En las partes habitadas del mundo estos rayos son absorbidos por la humanidad y constituyen el impulso interno que esta lenta pero seguramente impeliendo a la humanidad a adoptar una actitud de altruismo.

Son los rayos fecundantes los que hacen fructificar el alma y que inducen actitudes altruistas en el individuo.

Cuando nos hayamos entonado con la vibración que el Cristo estableció, por medio del esfuerzo honesto y diligente servicio, cuando tratemos de seguir sus huellas, podremos expresar el amor que el vino a enseñar a la humanidad.

Una vez que esta comunión espiritual haya sido establecida y que el cristo niño haya despertado en nosotros, nunca podremos regresar a la antigua manera de vivir.

El cristo interno ha formado una unión con el Cristo externo, ye n adelante estaremos prontos y ansiosos de ofrecernos nosotros mismos en amoroso servicio con el fin de apresurar el día de su liberación final. “así muchos somos un cuerpo en cristo, mas todos miembros los unos de los otros”.

Romanos 12:5.

En Amoroso Servicio

El Centro de Estudios de la Sabiduría Occidental Mexico