EL DESPERTAR, EL PROPOSITO DE LA VIDA, REGENERACION


FRATERNIDAD ROSACRUZ DE MEXICO


CENTRO DE ESTUDIOS DE LA SABIDURIA OCCIDENTAL MEXICO

EL DESPERTAR, 

EL ESTABLECIMIENTO DEL PROPOSITO DE VIDA, 

REGENERACION, 

RESURRECION E INMORTALIDAD


MOMENTO DE DESPERTAR

Hay, dentro de nosotros, una capacidad natural de conservación y curación. 

Por eso, estamos experimentando la existencia terrena.

La vida nos lleva a adquirir hábitos en la forma de pensar, actuar, sentir y expresar nuestras emociones. 

Estos hábitos nos proporcionan cierto grado de familiaridad o desconocimiento con esta capacidad. 

La salud y la enfermedad, dependen de ello.

Cada síntoma y cada enfermedad, nos traen un mensaje codificado de: 

ALERTA, AVISO, SEÑAL

Cada enfermedad llama nuestra atención sobre un aspecto de nuestro conocimiento y actitudes hacia la forma de vida que llevamos o que hemos traído del pasado. 

Por tanto, nuestro compromiso con la vida necesita madurar, porque nuestra postura está provocando desarmonías, impidiendo el libre funcionamiento de los recursos y potencialidades que nos son inherentes y que nos llevan a la búsqueda e Ideal de la Regeneración. 

Regenerar significa "generar de nuevo", por lo tanto, caminar para nacer de nuevo. 

Ya no se nace de la carne, sino del esfuerzo del alma. 

Y así, San Pablo nos invita a: “nacer del Espíritu”.

Las enfermedades, tienen la función de estimular la necesidad de transformación en los seres humanos y no de castigarlos. 

Son oportunidades para purgar nuestros pecados, reconocer nuestros errores, eliminar nuestros venenos; lo que nos permite cambiar y comenzar a usar nuestro potencial, de manera positiva.

Curar significa restaurar la salud, deshacerse de la enfermedad que aflige y reconocer hábitos inapropiados o defectos morales, para aceptarlos y  cambiarlos. 

Así pues, deberá uno prepararse intensamente para un mejor uso de los vehículos de los que está constituido el ser humano, (cuerpo denso, vital, de deseos y mental) y con ello cuidarse. 

Cuidarse es un verbo cuya conjugación depende de nuestra voluntad, de nuestro propósito de REGENERACION, de nuestro deseo de iniciar el camino que nos lleva de regreso al Padre, a través del camino la verdad y la vida, el ¡CRISTO!

Si este no es el propósito real como Estudiantes, debemos analizar si la parte intelectual, con lo que nos proporciona la Enseñanza, no está acorde con el necesario EQUILIBRIO, de despertar la devoción, el servicio y el amor por nuestros hermanos más vulnerables y necesitados. 

Recordemos las Palabras de nuestro Amado Instructor: 

la necesaria UNION entre los trabajos de la MENTE Y EL CORAZON.

Con actitud de confianza, rescatemos el verdadero placer de estar conscientes, de esta oportunidad que nos da la Escuela que es la Vida y activos al servicio de la Evolución. 

Revitalizados con la Luz de Cristo, hemos de observarnos e integrarnos en los ciclos de la naturaleza, vivir de acuerdo con las Leyes Divinas y vibrar al unísono con el Universo. 

Se debe asumir, el necesario papel de Administrador de su propia salud.

En definitiva, es actuar intensamente para que, integrando los valiosos mensajes de cada Mes Solar y llevándolos día a día en cada momento de nuestro diario vivir, podamos irradiar esa Luz que nos trae el Amor Espiritual de (Leo), Servicio y Pureza (Virgo), Equilibrio (Libra), Poder de Regeneración (Escorpio), Aspiración a lo más elevado (Sagitario), Sacrificio (Capricornio), Armonía y Fraternidad (Acuario) y Unidad (Piscis) y podamos así elevar nuestros dones espirituales hacia la divina LUZ, ya que somos Cristos en formación y sólo así, se despertará al Sanador Interno, que unido a la cooperación y aceptación del paciente, permitirá dejarlo actuar en nosotros y con ello, devolver la apreciada Salud, siempre con el  MANDATO DIVINO:

 "No se haga mi Voluntad, sino la tuya" 

Despertar al Sanador Interior es despertar al Cristo en nosotros, para así preparamos a un camino trazado en la Escuela Rosacruz: Estudiante preliminar, Regular (reconocido por la Sede Central), para luego tomar el Probacionismo, lo que no debe ser una búsqueda del más frío conocimiento intelectual, porque más adelante, así nos esforzamos todos los días, con VIGILANCIA Y OBSERVACION, para llegar al Discipulado y con ello hemos de reconocer que El “es el Camino, la Verdad y la Vida” y que sólo siguiendo este Camino que nos lleva a Dios, conoceremos la ansiada Liberación y Verdad, ante la intensa obscuridad en la que la humanidad infantil se encuentra, para con ello valoremos la Vida; por eso, agradecemos en plenitud los 4 cuerpos con los que estamos constituidos. Así, hemos de espiritualizar y amalgamar la esencia de nuestras vidas. (TRIPLE ESPIRITU-TRIPLE ALMA).

SALUD

La palabra salud viene del latín salus, salutis ‘salud’ ‘salvación’; también ‘saludo’ en la expresión salutem dicere ‘saludar’, a veces escrito en abreviatura: S.D. De ahí derivan el verbo salutare ‘saludar’ Desear salud y el adjetivo salutaris ‘saludable, salvadora’.

Según la costumbre de los romanos con las palabras benéficas (p. ej. Fortuna) se entronizó la palabra dándole la cualidad de diosa de la Salud (Salus) con su templo correspondiente. 

La raíz es el adjetivo salvus, a, um ‘intacto, a salvo’, usado a veces en la expresión aliterante sanus salvus ‘sano y salvo’. Salvus tiene un étimo indoeuropeo (sol) presente en el sánscrito sárvah ‘entero’ y en el griego óλoς (hólos) ‘entero, total’ (p. ej. holo-causto). De ahí el verbo salvere ‘estar bien (de salud)’, de donde el imperativo salve ‘hola, buenos días’. 

El verbo salvare y el nombre salvator (salvador), tan usuales en castellano, pertenecen ya al latín tardío cristiano.

Sanidad es Santidad

Este, ha de ser nuestro real Propósito de Vida. Veamos.

En el principio, cuando no existía lo que conocemos como la materia, el universo y todo cuanto nuestros ojos captan, Dios, que es eterno, decidió crear a los seres humanos uno a uno, de tal forma que a partir de ese instante estableció una relación directa, íntima y única del ser humano con Su Creador, Santo, Puro y Todopoderoso. 

Esta es, una relación increíble para la mente humana y que trasciende nuestra realidad: “Incluso antes de haber hecho el mundo, Dios nos amó y nos eligió en Cristo para que seamos santos e intachables a sus ojos”. (Efesios 1:4)

Santos y sin mancha porque El es Santo y sin mancha. 

Es un gran privilegio poder compartir con el Creador de todo cuanto existe en una relación santa, sin mancha y a la vez, personal e íntima, gracias a que El mismo se hizo humano en la persona de Jesucristo para que todos nosotros pudiéramos gozar de esa comunión con la que Dios mismo cumple su plan desde el principio: vernos cara a cara y fundidos en un solo ser.

Esto sobrepasa nuestro entendimiento y a la vez resulta ilógico a nuestros ojos; pero no a los ojos de Dios. 

Ese es el regalo más grande que puede ambicionar el hombre: equipararse y fundirse con el Gran Dios de todo cuanto existe, visible e invisible.

Obviamente que la realidad que vemos y vivimos hoy en día no tiene nada de santa; sin embargo, Cristo ha hecho una obra de sanación tan grande que ha abarcado a toda la humanidad: hemos sido sanados total y plenamente. 

Ese ha sido el deseo de Dios desde el principio y se constituye en una realidad, lo creamos o no.

Desde el Antiguo Testamente nos ha venido diciendo que sólo piensa en nuestro bienestar físico, emocional y espiritual cuando, a través del profeta Jeremías nos da palabras de aliento y esperanza aun sumergidos en la tristeza de la tribulación, de la desesperanza, de la depresión y la desesperación: 

“Pues yo sé los planes que tengo para ustedes —dice el Señor—. 

Son planes para lo bueno y no para lo malo, para darles un futuro y una esperanza”. (Jeremías 29:11)

Dios nos ha creado trinos, como El. Somos pues cuerpo, alma y espíritu; así que en Cristo nos ha sanado espiritual, emocional, mental y físicamente; si no es así, ¿Cómo hemos de entender a un Cristo resucitado todo humano y todo eterno? 

Ese cuerpo humano ya no se deteriora con el paso del tiempo, ese cuerpo es para siempre.

Aquí debemos saber que lo que llama la Teología cuerpo, es la personalidad. 

La Teología denomina alma a lo que nosotros en la literatura rosacruz conocemos como el Ego, es decir el espíritu manifestado y que experimenta y desarrolla sabiduría encarnación tras encarnación. 

Lo que la Teología denomina espíritu, es el Espíritu Virginal (el espíritu inmanifestado, el Eterno Yo Soy, la chispa divina o Mónada).

Cristo es la imagen, o mejor dicho, la realidad que Dios nos ha prometido desde el principio; por eso entendemos la declaración del apóstol Juan, cuando en su carta dirigida en primer término a Gayo, nos dice:

“Querido amigo, espero que te encuentres bien y que estés tan saludable en cuerpo así como eres fuerte en espíritu”. (3 Juan 2).

El Apóstol Juan escribe el deseo de sanidad física tal como es la sanidad espiritual, porque entendemos que Gayo es un cristiano en comunión con Dios. 

Al haber sanidad física y espiritual, por lógica, la hay mental y emocional, aspectos que pertenecen al alma humana.

Y es que la sanidad total tiene lugar con la santidad que sólo Dios nos da.

“Ciertamente él cargó con nuestras enfermedades y soportó nuestros dolores, pero nosotros lo consideramos herido, golpeado por Dios y humillado. 

El fue traspasado por nuestras rebeliones y molido por nuestras iniquidades; sobre El recayó el castigo, precio de nuestra paz y gracias a sus heridas, fuimos sanados”. (Isaías 53:4-5)

La obra de Cristo en la cruz tiene mucho que decirnos acerca de la sanidad: 

“El mismo, en su cuerpo, llevó al madero nuestros pecados, para que muramos al pecado y vivamos para la justicia. Por sus heridas ustedes han sido sanados”. (1 Pedro 2:24)

Ni el profeta Isaías, ni el apóstol Pedro hacen distinción entre las enfermedades del alma y del cuerpo, pues las enuncian como un solo tipo. 

Veamos, el apóstol habla de pecados y de sanidad en el cuerpo de Cristo y el profeta habla de enfermedades y dolores, junto con rebeliones e iniquidades, todo sanado por las heridas del cuerpo de Cristo, lo que nos lleva a reafirmar que el ser es uno: cuerpo, alma y espíritu.

Para reafirmar lo expuesto hasta este momento, quiero citar la única Escritura donde Jesús, haciendo uso de su naturaleza divina, nos expresa la sanidad como santidad, teniendo frente a El, un caso de enfermedad física: Mateo 9:2; Marcos 2:5 y Lucas 5:20, traen a la luz la famosa frase de: «¡Ánimo, hijo mío! 

Tus pecados son perdonados», cuando los amigos del paralítico lo llevan ante Jesús para que lo sanara del cuerpo, sin embargo Jesús lo sana TOTALMENTE al declarar: 

“Tus pecados son perdonados”, porque para Dios la salud del alma es la más importante y el cuerpo será glorificado, así que no importa si está enfermo o le falta algún miembro, pero el alma es la misma esencia ontológica del hombre. 

Al final, para no dejar duda alguna, para los que sólo ven con los ojos del cuerpo y no con los del alma, Cristo reafirma: “Entonces Jesús miró al paralítico y dijo: «¡Ponte de pie, toma tu camilla y vete a tu casa!» (Mateo 9:6)

Así que si pensamos pedir a Dios que nos sane de alguna enfermedad, tal vez recibamos como respuesta la sanidad del cuerpo; pero no olvidemos que lo más importante para El es la sanidad total. 

Si algún ser querido ha muerto por causa de una enfermedad y hemos pedido a Dios que lo sanara; tengamos la seguridad  que le dará un cuerpo libre de enfermedades e imperfecciones en otra existencia para vivir en comunión con el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.

No olvidemos que a Dios le importamos todo entero (cuerpo, alma y espíritu); así que si hemos seguros de que nuestros pecados han sido perdonados, entonces tendremos vida plena y la seguridad de que gozaremos de un cuerpo humano más rebosante de salud para vivir en plena alabanza con el Padre, el hijo y el Espíritu Santo.


NUESTRA TAREA EN ESTE TIEMPO DEL EQUINOCCIO DE OTOÑO Y SOLSTICIO INVERNAL

En este tiempo del peregrinaje del sol por Libra, Escorpio, Sagitario, Capricornio, Acuario, Piscis y Aries, hemos de enfocarnos en: Reflexión, aspiración elevada y sacrificio concentrado; para luego emerger en fraternidad, obediencia y renovación entusiasta y fogosa. 

Veamos.

- Libra: En este tiempo, vamos aspirando ya a un mundo más hermoso, más bello y armonioso, en pos de la lo que es la verdadera riqueza, salud, armonía y conocimiento de la verdad. 

Esta Jerarquía, fomenta el Espíritu de Vida que es contraparte del cuerpo vital.

- Escorpio: Establece en la Tierra la consecución, mediante la transmutación de la materia en espíritu. 

Por ese proceso, las esencias sublimadas de la mente y del cuerpo, se funden con las fuerzas del espíritu; se someten las pasiones al gobierno del espíritu: el fruto, es la castidad. Se fomenta el Espíritu Humano, contraparte del cuerpo de deseos.

- Sagitario: Aquí se va cristificando la mente y el aspirante espiritual, empieza a adquirir más Luz. Esta Jerarquía divina, fomenta el desarrollo de la mente.

En el transcurso del peregrinaje del sol por los signos mencionados, San Miguel y sus huestes se encargan de allanar el camino para la llegada del Redentor.

- Capricornio: Este es el signo del más grande sacrificio y aquí, es el momento en que llega el Redentor para salvar a la humanidad. Bajo la tutoría de los Arcángeles, somos patrocinados a desarrollar nuestros cuerpos de deseos, así como ayudan también a evolucionar a los animales.

- Acuario: Se expresan aquí, los ideales de la Paternidad de Dios y de la Hermandad entre los hombres, fundamentos de una amistad que está destinada a expandirse hasta que lo incluya todo y abarque al mundo. Es el Amor, el que comienza ya a expresarse como la verdadera amistad y fraternidad. Aquí son los Angeles los que nos ayudan, al igual que a las plantas.

- Piscis: Se va cerrando el ciclo anual con recapitulación en la Unidad y la generación de un modelo de Hombre Perfecto. Aquí los que nos ayudan son los Hermanos Mayores, quienes al igual que nosotros pertenecen a la oleada de los Espíritus Virginales.

- Aries: Con el equinoccio de primavera, se va generando el modelo de una Tierra más perfeccionada y de una humanidad con una “conciencia más resucitada” y con una visión más renovada de la vida.  

Es el momento de la transmutación autónoma, el momento más adecuado para seguir empujando la piedra de su antigua vida y alcanzar todo el poder de la conciencia “resucitada” y liberada de las fuerzas luciferinas.

Y así como el Cristo trasciende la agonía del Gólgota, a través de la exaltación del amanecer de la Resurrección, el Discípulo que ha seguido fiel y persistentemente a Cristo, ascendiendo tras El por el Camino empinado y estrecho, obtiene su propia resurrección por el despertar del Cristo dentro de sí mismo.

Es un momento en el que se puede producir una maravillosa transformación en el Cuerpo-templo: una nueva fuerza emana del fluido blanco de sus nervios y se mezcla con una nueva esencia en las corrientes rojas de su sangre, unión que produce la luz dorada que impregna y rodea el Cuerpo de un ser más iluminado.


LA VERDADERA REGENERACION, RESURRECCION E INMORTALIDAD

Si hemos de ganar procesos y acortar distancias, tenemos a nuestra disposición el atajo de la Iniciación, el cual es la auténtica Regeneración.

Cuando el Aspirante enfoca su conciencia de manera constante, perseverante y sostenida en la vida interior y espiritual, está regenerándose e introduciéndose a la experiencia de la vida plena, la cual no se acaba y literalmente está resucitando y por lo tanto se aleja más y más de la verdadera muerte que es el estar prisionero de la materialidad y estancamiento terrenal, que son atributos de la personalidad dominante.

Cuando el Aspirante logre desplegar su Dorado Cuerpo de Luz, de naturaleza Crística habrá vencido a la muerte y vivirá en la vida que no se acaba nunca, pues estará despierto todo el tiempo en el Gozo, Plenitud y Vida Perfecta.

Es decir que el Cielo será una realidad permanente y ya no habrá dolor, ni llanto ni muerte. 

Con el paso de las sucesivas Iniciaciones, llegará un momento en que habrá desarrollado los 12 Poderes de toda Alma Crística, porque los atributos de los 12 signos zodiacales, serán parte de su vida. 

Alcanzará así, la tan anhelada Liberación.

Que nos preparemos hermanos debidamente, meditando estas bellas promesas ya que al realizarlas, estaremos también apresurando la liberación de Cristo, de la prisión a la que se somete anualmente por nosotros. 

Muchas, gracias.

En Amoroso Servicio

Centro de Estudios de la Sabiduria Occidental Mexico.