NUESTRA AYUDA A LOS ANIMALES

(Nuestros Hermanos Inferiores)

(Rayos de la Rosacruz 86)

Tal y como sabemos, los animales actúan bajo la guía de sus Espíritus Grupo y no se encuentran todavía individualizados de la manera en que estamos los seres humanos. 

Es obvio para muchos de nosotros, por el contrario, que los animales domésticos parecen tener inteligencia y pensamiento en cierto grado que no parece corresponderse con su actual grado evolutivo.

Esta capacidad para el pensamiento aparente, que es un peldaño hacia la individualización de los animales domésticos, se debe a que estos animales han estado y están en contacto muy estrecho con el hombre y han sido en muchas encarnaciones enseñados e influidos por los hombres hasta llegar a su actual desarrollo. 

Estos animales están en la vanguardia de la oleada de vida animal y serán los elegidos para constituirse en profesores y guías de sus hermanos menos desarrollados en el próximo día de manifestación cuando se haya individualizado finalmente.

Los Estudiantes de la filosofía rosacruz saben que durante el venidero Período de Júpiter, la raza humana ayudará y servirá al reino animal, colaborando con ellos para que puedan obtener el mayor provecho posible de dicho período de manifestación. 

Trabajaremos entonces a favor de los animales de manera similar a como los Ángeles lo hacen ahora por nosotros. 

También sabemos que, en parte, nuestro servicio constituirá el pago de una terrible deuda que estamos construyendo ahora debido a la tortura y muerte que ocasionamos a los animales.

Quizás, sin embargo, no nos demos cuenta de que aquellos de nosotros que tenemos animales domésticos les estamos ayudando en su evolución y, probablemente más importante, les influimos y formamos para ser futuros líderes de su oleada de vida. 

Es cierto que animales como el gato, el perro, y los caballos son los miembros más avanzados de oleada de vida y serán los maestros y líderes de todo el reino animal cuando éstos se individualicen y alcancen el grado de humanos. 

El darse cuenta de la responsabilidad que tenemos como maestros de futuros líderes es ciertamente algo maravilloso pero a la vez una gran responsabilidad.

De hecho, ¿Cuántos de nosotros ha acariciado a su perro o gato siendo plenamente consciente de su potencial como pionero y futuro líder? 

Hagamos lo que hagamos a nuestros animales ahora y como quiera que los tratemos, es algo que va a influir en sus futuras personalidades y a penetrar en su consciencia. 

El enseñarles con cariñó y afecto les ayudará a desarrollar similares características al individualizarse. 

De igual modo, un ambiente y trato rudos tendrán su influencia negativa.

En verdad también que la consciencia, mente y personalidad del animal se formaron dentro del contexto de muchas encarnaciones y no es probable que una sola reencarnación sea decisiva en lo concerniente a las futuras cualidades del animal en el próximo peldaño evolutivo. 

Dándoles el tremendo poder del amor, el afecto y el pensamiento positivo parece lógico pensar que lo hagamos a un animal doméstico o a uno cualquiera, al estar basado en estas tres potencias, le ayudará a ser receptivo y capaz de responder de la misma manera al igual que a desarrollar su propia capacidad cuando tenga que emplearlos en su trabajo de líder.

Hay una gran polémica entre algunos estudiantes de ocultismo sobre si los animales pueden regresar junto a sus amos en posteriores renacimientos. 

Los animales por supuesto, se unen con sus Espíritus Grupo, y sus períodos entre reencarnaciones son mucho más cortos que los de los seres humanos. Muchas personas dicen haber reconocido en sus nuevos animales domésticos a viejos queridos perros y gatos ya desaparecidos. 

Aunque no ha sido probado (para satisfacción de los materialistas) que los animales vuelvan junto a sus dueños anteriores, parece lógico pensar que lo pueden hacer.

Es muy probable que el Espíritu Grupo siempre vigilante del bienestar y progreso de los animales, considere ventajoso el que éste vuelva junto a su viejo dueño quien le ha querido y ayudado a desarrollarse, obteniendo de nuevo un gran beneficio de semejante trato y vida. 

También parece que la Ley de Asociación tendría su parte aquí. 

Por lo tanto, aquellos de nosotros que tengamos animales, podemos tener el privilegio y responsabilidad de querer, ayudar y trabajar con el mismo animal en más de una ocasión.

De cualquier modo, no importa con qué frecuencia nos encontremos con el mismo animal, ya que podemos estar seguros de que ejerceremos una influencia permanente sobre él. 

Si es para bien o para mal es algo que nos concierne a nosotros exclusivamente. 

Si pensamos durante un minuto en la ayuda que los Ángeles y de hecho todas las Jerarquías Creadoras nos han prestado, parece lógico que lo mínimo que podemos hacer ahora que hemos obtenido la mente y sabemos el significado de la evolución y el progreso, es contribuir de igual modo y tanto como nos sea posible el desarrollo de otras oleadas de vida menos avanzadas que la nuestra. 

Desde luego que nuestros esfuerzos serán muy humildes comparados con los de las distintas Inteligencias Creadoras. 

Si tratamos a nuestros animales sabiendo que lo que hagamos influirá directamente en su evolución y que a su vez, ellos influirán sobre otros miembros de su oleada de vida cuando llegue el momento, podemos, pues, contribuir eficazmente a su desarrollo.

Debemos considerar los problemas que nuestra oleada de vida sufre debido a la influencia de los Luciferes desde una remota época en que éramos mentalmente débiles y carecíamos de la capacidad para protegernos aunque lo hubiéramos querido hacer.

Los animales hoy en día están casi más desamparados ante el mal que el hombre les acarrea. 

Se ha dicho en más de una ocasión que estamos contrayendo una terrible deuda a causa de esto. 

Pero ¿no es aterrador pensar que todo el daño ocasionado a la oleada de vida animal se debe a la gratificación de nuestros propios deseos? 

Naturalmente, la mayoría de los seres humanos no ven la cuestión de esta manera y están ignorantes de los problemas e implicaciones que conlleva semejante trato. 

Es por lo tanto de gran importancia para los estudiantes de la Sabiduría Occidental, el hacer todo lo que sea posible para mitigar esta situación en los ambientes en que nos movamos. 

Al menos, nosotros, podemos tratar a nuestros animales y a otros también conscientes del hecho de que influiremos en su desarrollo. 

Es de capital importancia el considerar que los animales a los que estamos ahora ayudando por su parte tendrán como una de sus obligaciones como líderes, el ayudar a sus hermanos a controlar los efectos del daño ocasionado a ellos por el hombre.

Es necesario, por otra parte, sin embargo, el darse cuenta de que el afecto al tratar a nuestros animales no debe ser confundido con la sensiblería. 

El gato que pasa sus días en un cojín y al que nunca se le permite salir, y el perro faldero que siempre va en los brazos de su ama y cuyos “paseos diarios” son tan solo una vuelta a la manzana llevados de la correa, no aprenderán a ser independientes, enérgicos y autosuficientes como otros animales a pesar de su condición de vida sea mucho más dura. 

De igual modo, y de manera parecida a como sucede con los niños, este tipo de amor agobiante y superprotector en que muchos animales viven es tan solo una manifestación de amor posesivo y egoísta y no les ayudará en nada a desarrollar sus futuras características. 

Amenos a nuestros animales pero recordemos que tienen lecciones que aprender y una consciencia que desarrollar, y que esto solo lo pueden lograr si les dejamos libertad para participar en actividades en las que estos objetivos puedan lograrse. No será así si se les fuerza a vivir de un modo holgazán y a estar totalmente rodeados por nuestra personalidad y afecto.

En Amoroso Servicio

Centro de Estudios de la Sabiduría Occidental México