ALTRUISMO
LECCION DE FILOSOFIA
NOVIEMBRE/DICIEMBRE 2000
DEPARTAMENTO ESOTERICO
Cuando el Sr. Heindel hablaba de Cristo, utilizaba frecuentemente la palabra ALTRUISMO.
En el pasado, el ideal de la Humanidad se expresó diciendo que “la fuerza era el derecho", perpetuando así la ley de la supervivencia del más apto. Incluso, hace tan sólo setenta y cinco años, la gente de los países civilizados aceptaba aún esta idea, sin darse cuenta de que era propia, exclusivamente, de la forma que el Espíritu ocupa.
Y se consideraba un signo de debilidad el procurar el bienestar del débil y del enfermo.
El propio interés, aunque desarrollado inconscientemente, tuvo que ser lo más importante durante la involución; de otro modo no hubiéramos evolucionado como lo hemos hecho.
Todo el esfuerzo, en el pasado, se dedicó a la construcción de vehículos que el Espíritu pudiese utilizar para su desarrollo, desde la Chispa Divina hasta la Divina Llama Creadora. Y el conocimiento así acumulado constituiría la base de nuestra futura labor creadora.
El egoísmo, tal como lo conocemos ahora, no apareció hasta que salimos de la acuosa atmósfera de la Atlántida. Empezamos a considerarnos como seres separados que trataban de defender sus deseos personales, en vez de vernos como un único ser espiritual, como nos veíamos cuando nuestra conciencia la enfocábamos en los mundos internos. Y nos hicimos insaciables y deseosos de poseer bienes, ya que, bajo Jehová, esas "posesiones" eran el signo externo que demostraba que estábamos viviendo de acuerdo con Sus leyes. Respondiendo al rayo de Marte, aceptamos un modo de vida tosco y egoísta.
Luego, aprendimos a reaccionar al rayo de Venus y a expresar alguna belleza y ternura en nuestras acciones y relaciones. Y, aunque aún éramos posesivos, no éramos ya tan brutales.
El rayo de Urano nos ayudará a amar a un nivel mucho más elevado. Y amaremos desinteresadamente y sin esperar reciprocidad, y porque es lo correcto, y expresaremos un amor como el de Cristo, omniabarcante, con anhelo y compasión.
Los grandes cambios se producen lentamente.
El altruismo permaneció latente hasta el momento en que fluyó la Sangre de Cristo en el Gólgota y obtuvo así el total dominio sobre la Tierra.
Desde ese instante, el principio del altruísmo inició su trabajo de fermentación en la Humanidad y empezamos, muy lentamente, a ampliar nuestra área de interés, y a incluír en ella a otros, y a hacernos conscientes de las necesidades de los demás.
Cuando, como Espíritus Virginales, iniciamos nuestro viaje involutivo en el Período de Saturno, la Humanidad fue bombardeada por los Señores de la Llama, desde fuera de aquel oscuro Globo del mismo nombre, con la idea del germen de un cuerpo denso.
Ahora, como Egos autoconscientes, estamos siendo compenetrados, desde dentro, por una fuerza divina que estimula el lento crecimiento, en nuestro espíritu, del altruísmo, un atributo crístico, como preparación de nuestro futuro desarrollo.
"Cuando el tiempo pase y Cristo, con Su benéfica actuación, haya atraído hacia la Tierra más Eter interplanetario, haciendo su cuerpo vital más luminoso, llegaremos a caminar en un mar de luz y, cuando abandonemos nuestro sendero de amor propio y egoísmo mediante el contacto con esas beneficiosas vibraciones de Cristo, nos haremos luminosos...
Hay que decir, con referencia a la Aurora y a sus efectos sobre nosotros, que cada parte de la Tierra, que es el cuerpo de Cristo, desde el centro hasta la periferia, está siendo afectada por ella. En las zonas habitadas del planeta, esos rayos se absorben por la Humanidad, lo mismo que los rayos de los Espíritus Grupo de las plantas son absorbidos por las flores.
Y dan lugar a esa "necesidad" interna que, de modo lento pero seguro, está impulsando a la Humanidad a adoptar una actitud altruista. Son los rayos impregnantes que fertilizan permanentemente el alma hasta que, un día, tenga lugar la inmaculada concepción, y la Luz de Cristo empiece a irradiar de nosotros.
Entonces caminaremos en la Luz como Él está en la Luz" (El Velo del Destino", pág. 73).
La Navidad es la época de mayor luz espiritual, resultado de la fiesta de la concepción en otoño, cuando la gran corriente de vida y luz espirituales comenzó su descenso hacia la Tierra, desde los cielos.
Inversamente, el tiempo de mayor potencia de luz es la primavera, cuando la vida toda se convierte en manifestación. En febrero, el signo intelectual de Acuario nos trae la luz especial conocida por los místicos como la Luz de Cristo.
Así como al planeta Urano se lo conoce como el planeta de Cristo, comprometido con nosotros, regente del Éter de Luz, este éter ha de ser reconocido como el Éter de Cristo. De ahí, su importancia para nosotros.
La Fuerza Vital de este Éter de Luz es el factor principal en el sostenimiento y desarrollo de la Religión Cristiana, tal como se manifiesta en la cabeza y en el corazón del hombre.
La Fraternidad Rosacruz es, definitivamente, un Movimiento Acuariano y, sus miembros, como tales, son "Hijos de la Luz' sometidos a la potente vibración de Urano y recibiendo así los auspicios de la asociación mística mediante la cual nos convertimos en masones místicos o constructores silenciosos del Nuevo Mundo.
Para llevarlo a cabo en cada uno de nosotros, Cristo, el Espíritu de Vida, el Hijo del Hombre o Aguador, ha de inclinarnos a absorber más luz de ese Rayo de Luz.
Y eso sólo puede hacerse viviendo ahora la vida de Cristo: siguiendo Sus pasos con toda nuestra capacidad y suministrando al alma reseca y sedienta el agua del amor. Como dijo uno de nuestros queridos líderes:
"Tengo la obligación de prevenir a todos y a cada a uno de aquéllos cuya alma morirá de hambre si no le proporcionamos, para mutrirla, los frutos del amor".
¡Al entrar en el año nuevo, hagamos lo posible por "VIVIR LA VIDA," y que nuestra Luz brille entre los hombres mediante el Servicio Desinteresado!
En Amoroso Servicio
Centro de Estudios de la Sabiduria Occidental Mexico.