ARMADURA CONTRA LA TENTACION

por Corinne Heline

Oración y VoluntadLa espiritualidad es la única armadura impenetrable contra las tentaciones que a menudo nos acosan.

La amonestación del apóstol Pablo es: "Oremos sin cesar".

Cada paso adelante en el Camino va acompañado de las pruebas correspondientes, que tienen como objetivo evaluar nuestro éxito en la Escuela. Los más sutiles se relacionan, en cada nivel, con nuestras ambiciones y deseos fundamentales.

Satanás (Saturno), dentro y fuera de nosotros, sabe muy bien tejer y colorear las tentaciones, según los temperamentos de cada uno, ideando trampas y señuelos para despertar a quienes aún no están en posesión del discernimiento espiritual y fortalecidos interiormente.

Cristo-Jesús se enfrentó a cada fase de estas tentaciones para conocer las condiciones humanas y ayudarnos compasivamente.

Demostró, por ejemplo, la más completa renuncia a las peticiones mundanas, junto con la entrega total a la Voluntad del Padre, con el fin de servir bien a los hombres.

Sus huellas, siempre frescas para el Aspirante sincero, conducen al verdadero propósito de la vida ya la verdadera felicidad.

Las tentaciones nos sobrevienen, vida tras vida, hasta que el tesoro guardado en el banco del cielo ha sido examinado y comprobado por las experiencias terrenales.

Cuando el Espíritu de Cristo fue infundido en el cuerpo físico de Jesús, fue llevado a la Soledad, para probar su fuerza o su debilidad.

El mismo cáliz permanece elevado y lleno, en proporción a cada alma, para ser presentado a ella después de cada experiencia celestial, ya sea entre renacimientos o en los más elevados estados de conciencia mientras aún está encarnado.

Siempre debemos contar con regresar a la Tierra para aprender a enfrentar el horno ardiente de la aflicción.

La tentación marca la etapa más importante en la vida temprana del Aspirante.

Fue una experiencia común a todos los maestros del mundo. Un manual antiguo dice: "Toda la operación mágica consiste en liberarse de la serpiente antigua y colocar los pies sobre su cabeza, por la ascendencia de la voluntad del operador".

Dice el tentador: "Te daré todos los reinos de la tierra, si te postras y me adoras".

A esa promesa, el Iniciado tiene una sola respuesta:

"No me arrodillaré ante ti.

Tú, sí, debes postrarte ante mis pies. No puedes darme nada, pero puedo tomar de ti lo que quiera, porque soy tuya". Señor y Maestro".

Las tentaciones se presentan con mayor frecuencia en las primeras etapas evolutivas, porque aluden a la segunda iniciación menor. Los evangelios de Lucas y Mateo, que se refieren a los primeros pasos del Camino, dan más énfasis a la tentación en el desierto.

Marcos lo trata a la ligera. Juan, cuyo Evangelio trata del método más elevado de desarrollo, lo omite.

El Aspirante necesita las experiencias de la relación con el mundo exterior para evolucionar.

Llega el momento de las pruebas y pronto entra en posesión del amor, la riqueza, el poder y la fama.

El neófito pasa por idéntica prueba en otros planos, después de cada exaltación de conciencia. La tentación es proporcional al grado de conciencia.

Cuanto más exaltado es su estado, más sutil le parece a quien acaba de pasar una etapa más y avanza hacia una iniciación o iluminación superior.

El propósito de estas pruebas es siempre idéntico, en todos los grados: como un sábado escolar, tiene como objetivo confirmar la seguridad del Aspirante y evaluar cómo utilizará sus facultades y poderes recién adquiridos.

El hilo conductor de la prueba es el egoísmo:

¿usará sus mayores talentos para la gratificación personal o de manera impersonal y amplia?

¿Será egoísta, vanidoso, arrogante o un sirviente desinteresado, humilde y amoroso?

En realidad, el egoísmo, en nosotros, genera caos en el ámbito personal, social y mundial. Cada egoísta contribuye al desorden social, atrayendo, en su detrimento, las consecuencias de sus propios actos y los de los demás a los que sirvió de incentivo y aumento vibratorio. Guerras, epidemias, son expresiones generales de convulsiones internasy estados morbosos, emocionales y mentales.

La victoria sobre la tentación es como una gran estrella blanca, que se erige impresionante y brillante sobre el horizonte del mundo.

"Él solo fue tentado y, sin embargo, permaneció sin pecado".

En la soledad de los cuarenta días en el desierto, Cristo venció por completo lo que aún quedaba de la fragilidad y la duplicidad humanas, como sabemos, sólo el Ego se individualizará plenamente si alcanza la capacidad de elaborar su propia sangre, además de someter a la energía marciana transubstanciada contenida dentro de ella a su voluntad.

La sangre se forma con el alimento, pero su transubstanciación depende del buen uso del pensamiento. Esta alquimia, realizada en la sangre de Jesús.

Sólo después de este segundo paso iniciático Cristo-Jesús pudo comenzar Su Gran Obra.

Según Mateo, fue poco después de este evento que escogió a sus discípulos y pronunció el Sermón de la Montaña. Marcos informa de la realización de numerosas curas, a raíz del mismo acontecimiento.

Lucas informa de la gran pesca, tan simbólica y rica en analogías.

En cada cita tenemos detalles completos del proceso que sigue a la conquista de la Tentación, según el trazado del camino del desarrollo.

A medida que avanzamos en el Camino de la Realización Espiritual, aumentan las sutilezas de la Tentación, explotando siempre nuestros puntos débiles. Después del Bautismo viene la Tentación; después de la transfiguración.

Última Cena y Lavado de piés, la prueba del sufrimiento en Getsemaní, la estigmatización del abandono y la renuncia. Antes de la Resurrección y Ascensión, la amarga experiencia del Calvario.

La tentación es la barrera de paso y un acelerador del crecimiento del alma.

Enfrentándola correctamente, con la debida preparación, como la de los Rosacruces, cada prueba se convierte en un paso hacia una realización superior y logros mayores. como quedó probado en la vida del Maestro, ejemplo de todos.

La Divina Señora se sintonizó tanto con Cristo desde su Bautismo que, a pesar de estar separadas por la distancia, estuvo siempre dispuesta a acompañarlo en su ministerio.

En espíritu estuvo con Él en cada experiencia de Tentación.

Encerrada en su pequeño santuario durante los cuarenta días y cuarenta noches de Ayuno, la gran Iniciada María desarrolló una importante labor de cooperación con su Señor, de purificación y sublimidad vibratoria del planeta, ilustrando un modelo perfecto a imitar por todo el género humano. , es decir: ser tentado y permanecer puro.

Traducido de Rays from the Rose Cross, abril de 1968

En Amoroso Servicio

Fraternidad Rosacruz de Mexico