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"LA VERDADERA ESPIRITUALIDAD”
(Recordar nuestra verdadera identidad)
En círculos ocultos, esto es, entre los Estudiantes de ocultismo y seguidores de la más elevada Filosofía, se habla mucho acerca de la Espiritualidad.
El principiante en la filosofía oculta escucha frecuentemente esta palabra, la cual se usa para designar muchas cosas que son verdaderas y también otras que son falsas.
Sin embargo, para el aspirante que está tratando de vivir la vida superior, esta pa1abra tiene un significado muy importante ya que describe ese algo invisible que emana de aquellos que están realmente tratando de "vivir la vida".
A pesar de que ese algo es intangible, está presente y no puede esconderse.
Podemos estar seguros de que el hombre o la mujer que posee una verdadera espiritualidad la ha merecido y no la ha recibido como un don.
El desarrollo de la verdadera espiritualidad no es una cosa fácil, y cualquiera que piense que puede adquirirse de la noche a la mañana, se dará cuenta que está equivocado.
Este desarrollo se adquiere por medio de duro trabajo, perseverancia, sufrimiento, disciplina, amor, servicio, auto-sacrificio, y viviendo los ideales elevados.
Una de las más grandes dificultades u obstáculos que encuentran las personas que se interesan en lo místico, es que en lugar de trabajar y aprender las cosas que les ayudarían a "vivir la vida", desean obtenerlas servidas en bandeja de plata.
Van y escuchan conferencias sobre las filosofías ocultas, pero no se esfuerzan en obtener estas verdades por sí mismos.
Ni siquiera tratan de vivir lo que han oído.
La mayoría de los estudiantes de lo oculto fuimos atraídos a estos estudios debido al elemento mental.
Esto es, la Filosofía Oculta actuó como un magneto para nuestras mentes, y el interés generado en ella hizo que investigáramos más profundamente sus enseñanzas.
Al principio, estuvimos primordialmente buscando el conocimiento y lo hallamos muy-interesante y maravilloso; pero también descubrimos que es de mucha mayor importancia la posesión de la espiritualidad.
El conocimiento en sí mismo es inútil, pero un poco de conocimiento puesto en práctica es muy valioso.
Si nuestro conocimiento nos fuese súbitamente arrebatado, ¿Qué nos quedaría?
¿Poseeríamos nobleza y hermosura de carácter?
¿Irradiaría de nosotros la luz de la verdadera espiritualidad, inspirando en otros el deseo de emularnos?
La mayoría de los estudiantes ocultistas tienen bastante desarrollo intelectual.
Todos nosotros tenemos al menos lo suficiente como para comprender las enseñanzas místicas.
La cosa importante que necesitamos hacer es aplicar algo de nuestro conocimiento en trabajar y vivir los hermosos principios de nuestra filosofía ya que por eso los estamos estudiando.
Y aún si fallásemos en vivir nuestros ideales elevados, nunca deberíamos abandonar nuestro propósito de ponerlos en práctica y de valorarlos por lo que representan.
Al evaluar nuestro plan para desarrollar la verdadera espiritualidad, comprendemos que debemos estudiar y aprender las enseñanzas místicas que han sido proclamadas a la humanidad, y luego comenzar a vivir lo que hemos aprendido.
Mientras estamos en el tema de aprender, reexaminemos un principio importante explicado en toda nuestra Enseñanza:
Cuando encontramos algo que parece satisfacer el corazón y la mente, sigámoslo y establezcamos un firme fundamento de ello en nuestra conciencia.
El seguir dos o más senderos puede conducir al desequilibrio mental; por lo tanto, sigamos el de nuestra elección y establezcamos una base firme de éste.
No andemos de una Escuela a otra, de una orden a otra, ganando un poco aquí y un poco allá.
No seamos "vagabundos metafísicos" y tengamos presente que una sola dirección debe ser nuestro objetivo.
Estamos únicamente tratando de servir a la humanidad y asistir a nuestros hermanos en su ascenso por el sendero de la divinidad.
La visión espiritual, el aprender a dejar el cuerpo y el trabajar conscientemente en los planos internos vienen en el curso del entrenamiento esotérico, y no son dados públicamente.
Este conocimiento esotérico es dado sólo después que el aspirante lo ha ganado.
Estamos señalando los pasos que conducen a lo que puede considerarse como un premio; sin embargo, representa la oportunidad de ser apto para un mayor servicio.
Este es el sendero positivo y debemos evitar la variedad de métodos aparentemente más cortos, los cuales pueden conducirnos al desarrollo negativo.
Esto nos puede retrasar en lugar de adelantarnos en nuestro camino.
Estando conscientes del Plan Divino que Dios ha concebido, con una más amplia visión y comprensión de la verdad, y deseando con nuestra mente y nuestro corazón vivir en armonía con este Plan, nada puede impedirnos desarrollar estas facultades y usarlas en el servicio de nuestros semejantes.
Nunca deben usarse para satisfacer la curiosidad ni para provecho personal.
El cultivo y crecimiento del alma no es una tarea que puede realizarse en unos pocos meses, ni aún en años, y en muchas ocasiones requiere vidas enteras llevar a cabo lo que nos hemos propuesto.
Nada es más valioso, y ninguna recompensa es más gloriosa que el desarrollo de la verdadera espiritualidad.
Habiendo ya comenzado esta labor, esforcémonos cada día de nuestras vidas por conquistar el egoísmo, el pecado y el temor.
Terminaremos esta lección examinando algunas de las características, virtudes y requisitos del Aspirante para el desarrollo de la verdadera espiritualidad.
En Hebreos11:1, leemos:
"Es, pues, la fe, la substancia de las cosas que se esperan, la demostración de las cosas que no se ven".
Debemos tener absoluta Fe en nuestra Enseñanza y sus principios.; si queremos vivir nuestra religión, debemos creer en ella y tener la fe del espíritu interno que está en nuestro interior y temporalmente cegado por la materia física.
El Ego no debe confiar en las cosas de este mundo físico temporal, sino en las del mundo espiritual.
¿Cuál sería el provecho de vivir una vida espiritual si no creyésemos en nuestra meta?
La verdadera fe es la que nos mantiene en el sendero, la que nos anima en nuestras tareas diarias y en el servicio amoroso que nos mantiene en nuestro ideal.
Esta es la fe que debe tener el que camina por el sendero espiritual, una fe que es tan firme y verdadera como la Roca de Gibraltar.
La paciencia es otra virtud que debemos aprender a desarrollar en todas las cosas y especialmente en lo que concierne a nuestro desarrollo, y nos mantiene intentando una y otra vez cuando hemos fallado.
Como se enseña en nuestra Filosofía:
"El único y verdadero fracaso está en cesar de intentar".
Hemos recorrido un largo camino desde que comenzamos nuestro peregrinaje como una diminuta chispa diferenciada en Dios, la Llama Divina, hasta nuestro presente estado de desarrollo.
Todavía hay un largo camino que recorrer hasta alcanzar la meta gloriosa; por lo tanto, nunca cesemos de hacer el bien y ejercitar la maravillosa virtud de la paciencia en todas las cosas.
A medida que la Luz de Cristo ingresa una vez más en nuestro planeta, concentrémonos con mayor diligencia en desarrollar la verdadera espiritualidad, porque solamente al hacerlo así nos volveremos como EL...nuestro SEÑOR y nuestro IDEAL.
LA FRATERNIDAD ROSACRUZ
Departamento Esotérico
En Amoroso Servicio
Centro de Estudios de la Sabiduría Occidental México
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