COMO DESPERTAR EL ALTRUISMO
Pregunta: ¿Cómo se despierta en el hombre el impulso religioso hacia el altruismo?
Respuesta: Si uno de dos diapasones de exactamente la misma afinación es golpeado, el sonido inducirá la misma vibración en el otro, inicialmente débil pero, si se continúa haciéndolo sonar, el segundo diapasón dará un volumen de sonido igual al primero.
Pregunta: ¿Deben estar los diapasones cerca uno del otro?
Respuesta: Esto sucederá aunque los diapasones estén a varios pies de distancia e incluso si uno de ellos está encerrado en vidrio.
El sonido del que está vibrando penetrará el vidrio y el instrumento cerrado responderá.
Pregunta: ¿Cuál es el efecto de tal experimento?
Respuesta: Estas invisibles vibraciones sonoras tienen gran poder sobre la materia concreta.
Pueden tanto construir como destruir. Si se coloca una pequeña cantidad de polvo muy fino sobre una placa de vidrio o latón y se pasa por el borde un arco de violín, las vibraciones harán que el polvo asuma bellas figuras geométricas.
La voz humana también puede producir figuras, siempre la misma figura para la misma nota.
Pregunta: ¿Cómo afecta el sonido a una persona?
Respuesta: Si se hace sonar, una tras otra, distintas notas o acordes en un instrumento musical —un piano, o preferentemente un violín, ya que permite obtener más gradaciones de tono— finalmente se alcanzará una nota que hará que el oyente sienta una vibración distinta en la parte posterior de la cabeza.
Esa nota es la nota clave de la persona a la que así afecta.
Pregunta: ¿Es beneficioso este efecto?
Respuesta: Si se toca lentamente y de forma tranquilizadora, edificará y descansará el cuerpo, tonificará los nervios y restaurará la salud.
Si, por el contrario, se toca de manera dominante, fuerte y durante tiempo suficiente, puede matar tan seguramente como una bala de pistola.
Pregunta: ¿Cómo se aplica esta ilustración a la fuerza interior?
Respuesta: Si ahora aplicamos lo dicho sobre la música o el sonido al problema de cómo se despierta y fortalece esta fuerza interior, quizás comprendamos mejor el asunto. Primero, observemos especialmente que los dos diapasones tenían la misma afinación.
Pregunta: ¿Y si no fuera así?
Respuesta: Entonces podríamos hacer sonar uno de ellos hasta el fin de los tiempos y el otro permanecería mudo.
Entendamos esto bien: una vibración solo puede ser inducida en un diapasón por otro de igual tono.
Cualquier cosa o ser solo puede ser afectado de esta manera por el sonido que le corresponde.
Pregunta: ¿Qué concluimos de esto respecto al altruismo?
Respuesta: Sabemos que esta fuerza del altruismo existe.
También sabemos que es menos pronunciada entre pueblos incivilizados que entre personas de mayor desarrollo social, y entre las razas más bajas casi carece por completo.
La conclusión lógica es que hubo un tiempo en que estaba totalmente ausente.
A partir de esto, sigue la pregunta natural: ¿Qué la indujo?
Pregunta: ¿Cómo surgió el altruismo, si originalmente no existía?
Respuesta: La Cosmo-Concepción enseña que el altruismo es una vibración espiritual inducida en el ser humano por seres altamente evolucionados en un pasado remoto, cuya vibración espiritual era lo suficientemente fuerte como para resonar en los hombres, pues ambos estaban “afinados” en vibración.
Cuando la evolución humana llegó a cierto punto de sensibilidad, las vibraciones altruistas de los grandes seres pudieron inducir en los hombres la misma vibración interior de altruismo.
Pregunta: ¿A qué se debe su difusión progresiva?
Respuesta: El altruismo crece a medida que las personas más desarrolladas y sintonizadas con la vibración espiritual lo transmiten a otros a través de actos, palabras y obras.
Así, toda la humanidad progresa por el contagio de vibraciones espirituales positivas, igual que con el experimento del diapasón.
Pregunta: ¿Cómo se fortalece y despierta, pues, ese altruismo humano?
Respuesta: Es a través de la educación, el ejemplo y la aspiración espiritual que se refuerzan y transmiten estas vibraciones superiores entre los humanos.
Con cada generación, la sensibilidad y la respuesta al altruismo pueden desarrollarse aún más, hasta incorporarse plenamente a la naturaleza humana.
Así, cada vez que optamos conscientemente por una acción generosa, desinteresada y amorosa, estamos vibrando en sintonía con las fuerzas y seres superiores que dieron origen a dicha cualidad en la humanidad.
De esta forma, el altruismo no es solo un ideal espiritual, sino una facultad que evoluciona mediante el ejercicio constante y la afinidad vibratoria con lo más elevado en nosotros y en el cosmos.
La filosofía Rosacruz, a través del estudio de la Cosmo-Concepción, enfatiza que nuestra vida terrenal es solo una pequeña fracción de nuestro proceso evolutivo.
El progreso está marcado por ciclos de actividad y reposo, e incluso la muerte física es solo un tránsito hacia nuevos estados de experiencia y aprendizaje.
El propósito último es el crecimiento del alma, transformando nuestros cuerpos materiales en poder espiritual, para finalmente alcanzar un estado de conciencia divina y creativa.
La evolución se da mediante el sacrificio: cada reino —mineral, vegetal, animal, humano— sirve de peldaño al siguiente. El ser humano se convierte en maestro y ayuda a quienes se encuentren en etapas anteriores, al tiempo que progresa por el servicio y ejemplo altruista.
La vida trasciende el nacimiento y la muerte, y cada experiencia, incluso el sufrimiento, contribuye al desarrollo de facultades internas.
El amor y la empatía hacia toda la creación permiten que el humano avance hacia su destino superior: la auto perfección y la unión consciente con la divinidad.
Por lo tanto, entender el proceso de evolución ayuda a ver la vida cotidiana dentro de un marco mayor, donde cada acto, pensamiento y sentimiento suma en la obra divina del universo.
La filosofía Rosacruz enseña que todos, al momento de nacer, traemos los frutos de nuestras vidas pasadas y experiencias.
El destino y las circunstancias en las que nos encontramos son resultado de nuestra propia evolución y las lecciones que necesitamos aprender.
El progreso se logra, fundamentalmente, por el servicio y el sacrificio.
Cada ser ocupa un lugar necesario para el desarrollo de los demás; el humano avanza cuando ayuda a quienes están detrás en la escala evolutiva, y así, cada acción altruista representa también una oportunidad para crecer espiritualmente.
La vida sigue después de la muerte y no termina con ella.
El alma acumula facultades y poder en cada existencia y debe aprender a amar y servir desinteresadamente.
Este aprendizaje prepara el camino para una conciencia más elevada, donde la meta final es la unión consciente y creativa con la divinidad.
El proceso de evolución, enseñan los rosacruces, es la transmutación del cuerpo en alma y del alma en espíritu.
La perfección se logra por el esfuerzo individual, la experiencia consciente a través de la materia y la transformación del amor en el centro impulsor de la vida.
Pregunta: ¿Cómo surgió el altruismo si originalmente no existía?
Respuesta: Según la Cosmo-Concepción, el altruismo es una vibración espiritual inducida en el humano por seres altamente evolucionados en el pasado, seres cuya vibración interior era tan fuerte que lograban despertar en el hombre, por sintonía y afinación vibratoria, el mismo impulso altruista.
Pregunta: ¿Cómo se fortalece el altruismo en la humanidad?
Respuesta: Por medio del ejemplo, de la educación, de la experiencia, y sobre todo de la práctica consciente, el altruismo se refuerza y transmite de persona a persona, generación tras generación.
Pregunta: ¿Por qué el progreso evolutivo depende del altruismo?
Respuesta: Porque el ser humano evoluciona por servicio y sacrificio.
Cada reino en la naturaleza - mineral, vegetal, animal, humano - sirve de peldaño para el siguiente. El humano avanza al ayudar desinteresadamente a quienes están detrás en la escala evolutiva.
Cada acto altruista representa una oportunidad de crecimiento espiritual.
La Cosmo-Concepción enseña que la vida física es solo una parte de nuestra experiencia evolutiva total: la muerte física es un tránsito a nuevos estados y aprendizajes, y todas las experiencias - incluso las de sufrimiento y dificultad - contribuyen a la maduración del alma y a la apertura de nuevas facultades internas.
La meta última es alcanzar una conciencia divina y creativa:
La evolución del alma se realiza mediante la transmutación del cuerpo en alma, y de la alma en espíritu.
La perfección viene a través del esfuerzo individual y el aprendizaje consciente en la materia, guiado por la fuerza del amor y el altruismo.
Por lo tanto, cada vez que vibramos en el altruismo y servimos desinteresadamente, experimentamos la influencia de las fuerzas superiores que dieron origen a esa cualidad en la humanidad.
El altruismo no es solo un ideal, sino una facultad evolutiva que se desarrolla con la práctica y la conexión interior.
Traducido en amoroso servicio de la Revista Rayos de la Rosacruz de Agosto de 1965 por la Fraternidad Rosacruz de Mexico.