La Actitud Devocional: 

Una Premisa Para Su Desarrollo Espiritual Rosacruz

En esta era intelectual, con su prisa, su carrera loca y su vana búsqueda del placer, las posesiones, el poder y el prestigio, pocos son los que buscan vivir una vida de devoción a ideales elevados o cultivar dentro de sí mismos esa actitud mental que busca lo bueno y lo bello en todas las cosas.

Para la gran masa de la humanidad, la percepción material parece ser la única base de comprensión: lo que están acostumbrados a ver con los sentidos externos, lo creen verdadero. 

Pero, no crees lo que no puedes ver con tus ojos físicos.

El místico cristiano (que vive más con el "Corazón" que con la "Cabeza"), en cambio, percibe un sentido ulterior, una belleza y un sentido escondidos en todos los objetos, actos y acontecimientos de la vida cotidiana. 

Para él no hay nada malo ni sórdido en el universo; pero considera todas las cosas, desde la diminuta brizna de hierba hasta las brillantes constelaciones en el ardiente camino del Zodíaco, como símbolos de lo Divino.

Así, en las cosas que el intelectual (que vive más con la “Cabeza” que con el “Corazón”) muchas veces ve con indiferencia, debido a la constante familiaridad con ellas, el Místico Cristiano percibe un significado oculto que le revela la importancia de su espiritualidad. .

En la luz del sol ve un símbolo del gran amor de Dios por la humanidad; en las nubes, que a menudo lo oscurecen, las preocupaciones mundanas y los afanes materiales que impiden que este amor se manifieste.

En la gloria del amanecer ve la promesa del futuro glorioso que anhela, y en los colores deslumbrantes del ocaso ve la seguridad de una continuación de la vida más allá de la noche oscura de la muerte del cuerpo denso .

El arroyo que serpentea su camino tortuoso y tormentoso en sus incansables esfuerzos por llegar al mar es un símbolo adecuado del alma en el camino de la realización, recorriendo el laberinto del mundo material, buscando su camino hacia la Verdad y la Luz .

Cada pequeña flor que crece al borde del camino habla con mayor elocuencia del camino de castidad que todos deben recorrer para llegar a esa meta. 

En cada diminuta semilla se revela la historia de la evolución y las grandes posibilidades del alma humana. En la transformación de oruga a mariposa, obtenemos una pista de lo que era el ser humano y también de lo que está destinado a ser.

Tal es la actitud que el Místico Cristiano mantiene hacia todas las cosas de la Naturaleza. 

Mira todo con una visión espiritual que ve en cada objeto un símbolo del propósito Divino y busca, en lo más profundo de su ser, aprender una lección de ello.

Del mismo modo, todos los actos y acontecimientos de la vida cotidiana son considerados por el místico cristiano como símbolos de cosas superiores y practica sus deberes con espíritu de devoción, como si lo hiciera por el Señor. 

Razón por la cual, para él, estos actos se convierten en sacramentos.

Cuando come, cada comida es para él acercarse a la Sagrada Comunión con reverencia y comerla en memoria de Aquel que dijo: 

"Esto es mi cuerpo", porque él verdaderamente ve que el pan que come es de hecho una parte del cuerpo del gran Espíritu de Cristo que se sacrifica por el bien de la humanidad.

El baño lo ve como un símbolo de esa purificación interior tan esencial para cualquiera que busque recorrer el camino.

El matrimonio lo considera como una cosa alta y sagrada, porque en esa unión de alma con alma se prefigura esa unión mayor y más santa del matrimonio místico entre Dios y el alma.

Así es como el Místico Cristiano, cultivando dentro de sí mismo esa actitud devocional de la Mente que ve sólo lo bueno, lo verdadero y lo bello en todas las personas y cosas, y dándose cuenta del significado interno que está contenido en todas las experiencias, abre su alma a la afluencia de la Divinidad. vida que ilumina su entendimiento y lo dota de una visión espiritual que le permite leer los secretos contenidos en el libro de la Naturaleza .

Siempre buscando instrucción en cosas espirituales, se esfuerza diariamente por refinar sus sentidos de la mera percepción de las formas externas, para que pueda percibir más claramente su significado espiritual.

Sin embargo, no debe suponerse que desatienda las cosas de la vida común, o que gaste su tiempo en ociosas especulaciones sobre asuntos metafísicos. 

Considera el mundo como una escuela donde está colocado para aprender, por experiencia, las lecciones de la vida, y de esta manera pasa por la vida con una Mente alerta y bien despierta, observando todas las cosas y sopesando y probando cuidadosamente todas las experiencias, extrayendo así de cada uno el mayor beneficio posible. 

De esta manera, es una de las personas más prácticas, haciendo su trabajo en el mundo lo mejor que puede; pero, siempre enfocándose en el verdadero propósito de la vida y luchando constantemente por comprender el significado espiritual de todo.

Cualquiera que quiera recorrer el camino del logro espiritual debe cultivar asiduamente esta actitud mental y devocional dentro de sí mismo. 

Es el primer paso en el camino hacia un conocimiento superior y es de enorme y trascendental importancia. 

Por todas partes en nuestro entorno debemos buscar aquello que suscite en nosotros sentimientos de respeto y veneración. 

Tales sentimientos son para el alma lo que el alimento es para el cuerpo denso .

Es cultivando nuestra naturaleza devocional que alimentamos el alma, haciendo que se expanda y fortalezca. 

Los sentimientos de odio, falta de respeto y antipatía, por otro lado, causan hambre y un debilitamiento de las actividades de nuestra alma. 

Por lo tanto, debemos evitar tales sentimientos y concentrar todas nuestras energías en la tarea de desarrollar la actitud devocional dentro de nosotros mismos. 

Así que plantamos firmemente nuestros pies en el camino más alto que finalmente nos conducirá a Dios .

(Publicado en Rayos de la Revista Rosacruz de junio de 1915 

En Amoroso Servicio

Centro de Estudios de la Sabiduria Occidental Mexico