LOS ESENIOS
“Existe luz dentro de un hombre de luz, y ella ilumina el mundo entero.
Si ese hombre no brilla, él es tinieblas.”
Evangelio de Tomás, 38.4-10 en NT
I Parte
De repente, las personas despertaron sobresaltadas ante realidades que juzgan repletas de novedad y se lanzaron frenéticamente a leer novelas sobre hermandades, grupos de iniciados en los misterios del cristianismo, señales y códigos en las pinturas del renacentista Da Vinci, organizaciones supuestamente pseudo-esotéricas que afirman poseer los secretos del cáliz sagrado y de la verdadera identidad de María Magdalena, de Cristo o incluso de Juan el Bautista.
No obstante algunos romances sean portadores de preocupaciones de verosimilitud, el punto de enfoque es este desencadenamiento de misterios que, supuestamente, suministrarán la solución para “el misterio mayor”.
En mi humilde opinión, toda esta forma de literatura parece ser una maniobra de diversión – lo que me lleva a creer que toda esta súbita propaganda en torno del pseudo esoterismo se destina a “distraernos” de aquello que se esconde “por debajo de las sábanas”, o sea, lo que sirve propósitos más elevados.
Se habla por ahí de reencarnación – quizás debido al hinduismo y budismo – pero poco más se añade al apanagio de nuevos signos lingüísticos – que pasaron a formar parte del vocabulario común y que, a veces, son incorrectamente utilizados (ejemplos: karma, dharma, nirvana, etc).
La espiritualidad no es una conquista fácil o rápida – es un largo proceso de aprendizaje y conciencia que no viste las ropas de la vanidad vana o de la necesidad histriónica de la exhibición.
Curiosamente poco se escribe sobre una confraternidad que coexistió en el tiempo de Jesucristo y que habría sido responsable por las enseñanzas que formaron parte de su “instrucción espiritual” y consecuente iniciación. Frecuentemente se dice que Jesucristo era un iniciado; tampoco se explica o se sabe muy bien por qué o cómo adquirió el Conocimiento.
Los cuatro evangelios canónicos son omisos en lo relativo a los pormenores de la “iniciación”, a la infancia y juventud. Existe de hecho un hiato temporal en estos relatos de la vida de Cristo.
Curiosamente, durante su predicación, Cristo denunció las sectas y las congregaciones de su tiempo, pero nunca hizo referencia a los Esenios.
Tal vez solo observase la regla del silencio.
II Parte
El Cristianismo surgió como una especie de secta herética del judaísmo (de la misma forma como el budismo comenzó por ser una secta del hinduismo).
Palestina, en el tiempo de Cristo, estaba ocupada por los Romanos. El pueblo judío, se podría decir, soportaba al invasor con alguna tolerancia, no obstante los grupos radicalistas de la época que intentaban incitar al pueblo a la revuelta contra el poder de Roma, notablemente los Zelotes y Fariseos.
Además, el pueblo judío, que siempre fue defensor de la raza y de las costumbres religiosas, tuvo igualmente comportamientos de inmensa tolerancia y aceptación tácita – como si el colectivo fuese la “oveja” ofrecida en sacrificio a los dioses – me refiero obviamente al holocausto nazi.
¿Quiénes eran los Esenios?
Los Esenios eran considerados como un grupo marginal en la sociedad de la época por adoptar prácticas contrarias a las establecidas. Rechazaban el sacrificio de animales y no comían su carne; tenían la reputación de curar las enfermedades (las del cuerpo y las del espíritu, ya que gran parte de las enfermedades tienen origen psicosomático) y la capacidad de leer los pensamientos y el rostro de las personas. Se dedicarían a la oración y al estudio, eran una comunidad muy disciplinada y si nos centramos en el análisis de uno de los manuscritos Esenios, llamado “La Regla”, sabremos cómo se hace la admisión de miembros en la comunidad.
“El nombre Esenios provenía del término sirio Asaya, que en griego significa médicos. Delante del público, su misión era curar males físicos y morales(...)¹” y que además “...formaban varias comunidades monásticas, rigiéndose por las reglas basilares (...) de no comer carne, de no tener bienes, de ser castos, dedicándose al trabajo, a la oración, al estudio y al silencio. Manifestaban su oposición a los sacrificios de animales tercamente realizados en el templo de Jerusalén (...)”².
Como ya mencioné, los cuatro evangelios canónicos son omisos en lo que se refiere a la infancia y juventud de Jesús, con todo tal no obsta a la existencia de otros evangelios – los apócrifos (literalmente libros secretos) así como los gnósticos (del griego “gnosis” – conocimiento) en que los pormenores acerca de la infancia y juventud de Jesús son abundantes, notablemente el Evangelio según Tomás³ (no el apóstol, sino un filósofo israelita con el mismo nombre).
¿Y cómo fue Jesús un iniciado?
Cabe mencionar también el llamado Evangelio de los Esenios, datados del siglo I d.C. – consta que existen solo dos copias (una en la Biblioteca del Vaticano y otra en la Biblioteca Real de los Habsburgo), escritas en arameo y que fueron supuestamente salvadas de las invasiones de Gengis Kan por los monjes nestorianos – considerados también como secta herética.
En realidad, estos Evangelios de los Esenios forman parte de los manuscritos encontrados en Qumrán, en la gruta denominada por 11Q, donde se encontraron siete manuscritos, siendo así dos copias del libro bíblico de Isaías, un comentario a un libro bíblico (de Habacuc) y entre los restantes, se encontró la Regla de la orden (Manual de Disciplina), el apócrifo del Génesis y el Reglamento de la Guerra de los Hijos de la Luz contra los Hijos de las Tinieblas.
No deja de ser curiosa la designación de Hijos de la Luz, probablemente apuntando a la “espiritualidad” y a la energía que proviene del Sol. (...)
En efecto, **“Jesús pasó varios años con los Esenios. Se sometió a la disciplina, estudió los secretos de la naturaleza, se ejercitó en la terapéutica oculta. Dominó sus sentidos para desarrollar el espíritu. Todos los días él meditaba en los destinos de la humanidad y se interrogaba a sí mismo”**⁴.
Una de las misiones de Cristo parece ser guiar “las religiones que no sean religiones de raza ya que el más alto Iniciado libera a los seres humanos de la acción cristalizadora de los espíritus de raza y de familia, purificando el cuerpo de deseos (...) las manifestaciones del espíritu de raza aún son peores, incluso porque las guerras trabadas por ese motivo son mucho más dramáticas y sangrientas que las guerras entre familias, no permitiendo la formación de la fraternidad universal.
Recuérdese que Cristo dijo venir principalmente para los judíos, de todos los pueblos los más aferrados al espíritu de raza, pero, aun así, no entendieron el mensaje del Verbo hecho carne, al nacer entre ellos (...) la liberación de los pueblos del dominio, involuntario o voluntario, de los espíritus de raza y de familia solo se puede hacer a costa de mucho sufrimiento, capaz de despertar a las personas, por eso **Cristo garantizó no venir a traer la Paz sino la Espada.”**⁵.
Jesús viene a intentar pasar el mensaje del Amor Fraternal, justamente en el seno de este pueblo regido por un dios airado. Y es este mismo pueblo el que, de una forma cómplice, compacta con el invasor Romano y permite su muerte⁶.
¡Ojo por ojo – y acabaremos ciegos!, como diría el gran líder espiritual Indio, Mahatma Gandhi.
El sermón de la montaña es con certeza el tratado alquímico y esotérico más obvio de la predicación de Cristo que fue documentada.
Mucho hay que decir sobre las enseñanzas en el sentido de la evolución espiritual de los hombres, notablemente sobre la única oración que Jesús enseñó a los hombres en el sentido de dirigirse a Dios.
El sermón de la montaña fue “desmontado pieza a pieza” y bien ilustrado y explicado en Estudios Bíblicos, volumen I, de Francisco Marques Rodrigues. Afirmó que **“... el Sermón de la Montaña es una profunda lección que el Divino Maestro dio que habían de continuar su obra (Jesús)”**⁷.
Cabe mencionar igualmente la oración enseñada por Jesús a los hombres. Esta será la única oración que les enseñará, dirigida al “Padre” y en un lenguaje perfectamente simbólico.
Tal materia es también abordada y disecada en la obra de Francisco Marques Rodrigues, anteriormente referida.
Otro autor se refiere a esta secta refiriendo que “se dedicaban con un celo extraordinario al estudio de las obras de los antiguos (...) **escogiendo sobre todo los que tienen en vista la utilidad del alma y del cuerpo. Es ahí que estudian, para curar las enfermedades, las raíces que los defienden de ellas y las propiedades de las piedras”**⁸.
“La espiritualidad esenia era alta.
La conocemos por muchos de los libros encontrados entre los Manuscritos.
Si la Regla de la Comunidad o Manual de Disciplina fija sobre todo las observancias de la agrupación, los Salmos de la Nueva Alianza, la extraña y admirable Guerra de los Hijos de la Luz y de los Hijos de las Tinieblas, comentarios a ciertos pasajes de la Biblia (...) llevan a penetrar la doctrina de la agrupación”⁹.
Sobre los Esenios, Max Heindel afirma que “constituyeron una tercera secta en Palestina (...) **formaban una orden extremadamente devota, muy diferente de la de los saduceos materialistas y completamente opuesta a la de los hipócritas y vanidosos fariseos.
Evitaban toda mención de sí y de sus métodos de estudio y de adoración. Este pormenor explica por qué razón nada se sabe a su respecto ni son mencionados en el Nuevo Testamento”**¹⁰.
Añade aún que **“Jesús fue educado por los Esenios y alcanzó elevado grado de desarrollo espiritual durante los treinta años en que usó su cuerpo”**¹¹.
Los Esenios podrían haber sido una orden de naturaleza espiritual, una fraternidad con conocimientos que no eran del dominio público y que cumplían con reglas rígidas y mucha disciplina.
Si consideramos que fueron ellos los que suministraron iniciación espiritual a Jesús, entonces habrían sido una orden verdaderamente importante, a pesar de no muy divulgada. Al cumplir el voto del silencio, no atrajeron sobre sí las atenciones del mundo.
La década de los 40 del siglo pasado fue importantísima en términos de descubrimientos arqueológicos e históricos.
El Evangelio de Tomás, descubierto en el Alto Egipto, en Nag Hammadi, por Muhammad Ali, formó parte de un conjunto de 52 textos oriundos de los primeros siglos de la era cristiana.
El Evangelio de Felipe, el Evangelio de la Verdad y el Evangelio de los Egipcios son algunos de los manuscritos encontrados, traducciones en copto del griego original e incorporaban material diverso, tal como poemas, descripciones de los orígenes del universo, mitos, magias, instrucciones para prácticas de carácter místico.
Aún en la década de los 40, en Qumrán, fueron los Manuscritos del Mar Muerto reunidos en grutas y colocados en jarras. ¡Eran las bibliotecas posibles!
¿Quién sabe qué más se podrá “desenterrar” de la historia?
Notas
(Los Grandes Iniciados – Bosquejo de la Historia Secreta de las Religiones), Edouard Schuré, Edt. Vega, 1998, págs. 317-318.
(El Libro de la Serpiente), Victor Mendanha, Edt. Pergaminho, 1997, pp 153.
Encontrado en Nag Hammadi, en Egipto, en 1945.
(Los Grandes Iniciados – Bosquejo de la Historia Secreta de las Religiones), Edouard Schuré, Edt. Vega, 1998, pp 320.
(El Libro de la Serpiente), Victor Mendanha, Edt. Pergaminho, 1997, pp 166.
Cuando se pregunta a la multitud a quién prefería que se liberase: si a Jesús o a Barrabás, el pueblo optó por este último. Conviene mencionar que un gran número de los presentes eran también grupos de individuos de otras localidades que allí se desplazaban en peregrinación y por otros motivos.
Barrabás representaba un oponente al sistema Romano y también debido a ese hecho, fue escogido por la multitud.
Bibliografia:
Estudos Bíblicos – Vol. I Enseñanzas de la Tradición Esotérica Cristiana), Francisco Marques Rodrigues, 1ª. Ed. Fraternidade Rosacruz del Portugal, 2005, pp 60.
(La Vida Cotidiana en Palestina en el Tiempo de Jesús), Daniel-Rops, Ed. Livros do Brasil, s/fecha, pp 443.
(Los Manuscritos del Mar Muerto), E. Laperrousaz, Rés Editora, Porto, 2ª. Ed., pp 137.
(Concepto Rosacruz del Cosmos), Max Heindel, Fraternidade Rosacruz, 3ª. Ed, pp 299.
Escrito de la Fraternidad Rosacruz del portugal traducida en Amoroso Servicio por la Fraternidad Rosacruz de Mexico.