LA CAIDA DEL HOMBRE

Y EL JARDIN DEL EDEN


CENRO DE ESTUDIOS

DE LA SABIDURIA OCCIDENTAL MEXICO

Explicar a quienes no saben nada de filosofía oculta e incluso a quienes saben un poco, lo que era el Jardín del Edén y el significado de la prohibición de comer del “Árbol del Conocimiento” no es fácil y con ello se vuelve poco comprensible.

Se dicho que la Biblia tiene muchos mensajes ocultos, muchas verdades con muchos errores de traducción, e interpretación, por tanto, lo que debemos tener claro es que si los autores de la Biblia hubieran querido dejar constancia de unas simples enseñanzas fáciles de comprender, lo hubieran hecho de otra manera más sencilla y no con tantos hechos aparentemente absurdos o no comprensibles como, por ejemplo, la creación de Adán y Eva o la Caída y expulsión del Jardín del Edén por comer una manzana.

Sabemos los Estudiantes de las Enseñanzas Rosacruces que el ser humano es en realidad un Espíritu que renace en un cuerpo físico en diferentes oportunidades para evolucionar a través de diferentes experiencias y esta sujeto a las así llamadas leyes de RENACIMIENTO Y CONSECUENCIA O RETRIBUCION.

Esto quiere decir que antes de que adquiriéramos el grado evolutivo de “humanidad”, no lo éramos, por ello como Estudiantes comprendemos la importancia contenida en la Cosmogonia Rosacruz de los temas expuestos amorosamente por nuestro Amado Instructor y Fundador de la Fraternidad Rosacruz, Max Heindel, de los diferentes Periodos Saturno, Solar, Lunar y Terrestre, donde en cada uno hemos traído consigo un Proceso Evolutivo tanto la humanidad como diferentes jerarquías.

Anteriormente teníamos una conciencia similar a la que tienen los animales, es decir, una conciencia interna que nos permitía conocer lo que hay en los mundos invisibles (donde vamos después de la muerte) incluyendo las entidades que los habitan.

Entre las entidades que más en contacto estaban con el “hombre” de aquella época muy anterior a lo que llamamos prehistoria, estaban los Ángeles con el mas Alto Iniciado del Periodo Lunar Jehová.

Nosotros, con nuestra conciencia interna, no conocíamos (no éramos conscientes como no lo son los animales) el mundo físico ni éramos conscientes de que teníamos un cuerpo físico como también ocurre con los animales que no han adquirido la conciencia propia.

Así que, lo mismo que los Arcángeles guían la evolución de los animales, los Ángeles, más cercanos a nosotros por ser una creación de Dios anterior a la nuestra, nos guiaban a nosotros.

Por consiguiente, ellos, con su sabiduría, sabían cuál era la época del año más propicia para reproducirnos y con ello procrear.

Pasemos a hablar del asi llamado Jardín del Edén.

Dicho Jardín no era un lugar físico, era y es un estado de conciencia similar al del sueño donde perdemos la conciencia del mundo físico.

Al tener siempre esa conciencia interna (de ese y en ese Jardín o Paraíso) y no ser conscientes del mundo ni del cuerpo físico, significa que no éramos conscientes de nuestras necesidades físicas, ni de las enfermedades, ni de que tuviéramos que busca alimentos, etc. como ocurre con los animales actuales.

Eso significa que por así considerarlo la humanidad era feliz, que no nos faltaba nada, que no había motivos para la tristeza o decepción, preocupados ni enfadados.

Vivíamos en el así llamado Paraíso (en la conciencia interna) y guiados como autómatas para evolucionar dentro de un “programa” donde no debíamos de conocer el mal que nos traería dolor, enfermedad y muerte.

Hubo un momento en nuestra evolución antes de ser humanos y antes de la separación de los sexos (la creación de Adán y Eva) en que nuestros cuerpos se creaban o formaban por esporas como algunos vegetales aún lo hacen hoy.

Entonces se utilizaba la fuerza creadora en un solo sentido que era la evolución y perfeccionamiento de la forma.

Pero cuando fue necesario dar al futuro humano un cerebro para que, en su momento, pudiera ser utilizado por el pensamiento, fue necesario utilizar la energía creadora en dos sentidos, uno para la formación del cerebro y otro para la de los cuerpos de diferente sexo.

Así que, en el Jardín del Edén (el mundo etérico donde estábamos evolucionando y donde teníamos esa conciencia interna junto a los Ángeles) ya teníamos un cuerpo físico (no tan perfecto como ahora) y procreábamos inconscientemente bajo la dirección de los Ángeles que nos permitían así unir en las épocas más propicias para nuestra mejor experiencia y desarrollo.

Por ello no éramos conscientes de esa unión de cuerpos físicos porque no teníamos la conciencia aquí y porque los Ángeles lo programaban para que eso no ocurriera.

Podemos decir, por tanto, que vivíamos en el Paraíso (sin necesidades, ni enfermedad, ni sufrimiento, ni conocimiento de la muerte, etc.) donde nos multiplicábamos y evolucionábamos gracias a este estado de conciencia que en la Biblia se le llama Árbol de la Vida.

El acto sexual era (y debería ser) como un acto de solemne espiritualidad y de obedecimiento que representaba un sacrificio para facilitar un vehículo para otro espíritu.

Este adecuado proceso se fue asi anulando según iban adquiriendo poder los Ángeles Luciferes sobre esa humanidad representada en la biblia como Adán y Eva, estos contrarios a los así llamados Angeles de Agua guiados por Jehová, ya que su elemento es el Fuego.

Los Ángeles, así como los Arcángeles y demás Jerarquías, evolucionan como nosotros pero en su propio mundo y en un nivel superior al nuestro.

Su mundo está en la región etérica del mundo físico donde están (por decirlo así) los moldes etéricos de los cuerpos de todo ser viviente aquí.

Por lo tanto, cuando nosotros estábamos todavía con la conciencia allí, les veíamos y obedecíamos como obedecíamos las leyes y Mandamientos de Jehová, su Dios y líder.

Dentro de la oleada de Espíritus que llamamos Ángeles hubo una división porque una parte de ellos se negaron a seguir las instrucciones de Jehová, y eso hizo que se fueran quedando atrás en la evolución.

El líder de ese grupo de Angeles es Lucifer (dador de luz) y se rezagaron tanto que ya no podían alcanzar a sus hermanos de Jehová y tuvieron que buscar otros medios para poder acelerar su evolución; esa ayuda involuntaria e inconsciente la encontraron en la humanidad.

La única salida que los Luciferes vieron fue hacernos “conocer” (tomar conciencia) el mundo y el cuerpo físico para que, a través de nuestro cerebro obtener ellos un fruto de nuestras experiencias.

Eso significa que nos “ayudaron” (en un sentido) a ser libres (no autómatas de los Ángeles de Jehová) pero también que nos hicieron conocer las necesidades, el dolor, la enfermedad, la muerte del cuerpo físico, etc. Así que, parte de la humanidad (Adán y Eva) que vivía en el Jardín del Edén les escucho y cayó en esa prohibición al comer del Árbol del Conocimiento.

La humanidad de aquella época (nosotros) podría ser considerada perfectamente como “Seres espirituales” que no conocían el mal y que, por tanto, jamás habían pecado.

La imaginación como como atributo se desarrolla más y es más notable en la mujer, mientras que la voluntad lo es en el hombre, ambos deben trabajar en ellas.

Así que, cuando los Luciferes comenzaron a influenciar a esa humanidad del Paraíso, lo hicieron presentándose ante su imaginación como algo que ascendía por la columna vertebral (forma de serpiente) hasta llegar al cerebro.

La intención de los Luciferes era que hicieran el acto sexual por voluntad propia, sin la ayuda de los Angeles Lunares, porque sabían que la mujer no tardaría en darse cuenta de la existencia de un mundo físico y de su propio cuerpo, por tanto, su empeño estaba en que la humanidad cayera en esa trampa y necesidad y “conociera” la existencia física.

Así pues ¿Qué significa comer del Árbol del Conocimiento?

Analicemos los siguientes pasajes bíblicos:

“Y conoció Adán a su mujer Eva, la cual concibió y parió a Caín”;

“Y conoció de nuevo Adán a su mujer,

la cual parió un hijo y llamó su nombre Seth”.

Cuando un Ángel anuncia a María que va a dar a luz ella pregunta:

“¿Cómo será eso? porque no conozco varón” (no he conocido a un hombre);

Es evidente que a aquella humanidad le estaba prohibido desarrollar el deseo carnal y la pasión por el sexo porque ese deseo le despertaría la autoconciencia y le podría hacer caer muy bajo en contra de su desarrollo espiritual; de ahí la prohibición de:

Del Árbol del Conocimiento no comeréis”.

Los Ángeles de Jehová sabían cuando se debía de hacer el acto sexual de acuerdo a las posiciones planetarias (como hacen con los animales), pero al obedecer a los Luciferes ya no fue así y comenzaron a realizarlo sin tomar estas consideraciones en cualquier época del año penetrando así el velo de la carne cada vez más en cada acto.

Esta toma de conciencia del mundo físico es lo que consta en la Biblia como la “Caída”, es decir, salir o ser expulsado del Jardín del Edén para sufrir y evolucionar conociendo el mal, la enfermedad y la muerte aquí en la Tierra.

Según algunos espíritus iban desarrollando la conciencia de vigilia del mundo físico iban comunicando a otros que ellos tenían un cuerpo físico y que todos lo podían crear por ellos mismos.

Los Luciferes nos dejaron ver, que no debíamos de temer a la pérdida de los cuerpos (la muerte) porque nosotros mismos nos podíamos crear otros cuerpos nuevos.

La mujer, Eva (el sexo femenino de aquella humanidad que escuchaba a los Luciferes) aun con su imaginación, no podía contactar con los ángeles fácilmente, pero si lo podía hacer con los serpentinos Luciferes.

“Y la serpiente dijo a la mujer ¿No os dijo Dios que no podíais comer de todos los árboles del Jardín?”; a lo que ella respondió que se les había prohibido comer del Árbol del Conocimiento bajo pena de muerte.

Y la serpiente respondió:

“No moriréis ciertamente porque Dios sabe que el día que comáis de él,

vuestros ojos se abrirán y seréis como dioses, conociendo el bien y el mal”

Recordemos que en esa época teníamos cuerpo físico y le perdíamos y renacíamos pero sin ser conscientes de todo ello.

Pero con la práctica y abuso del acto sexual en el uso indebido de la Divina Energía Creadora, se fue tomando conciencia del mundo físico y fuimos perdiendo la de ese mundo etérico donde “comíamos del Árbol de la Vida”.

Por eso parte de la humanidad fue “desterrada” de ese reino etéreo (mundo de los Ángeles) y de fuerza espiritual a causa de haber escuchado y seguido su instrucción a los Luciferes.

Fue entonces Jehová (quien entonces tenía a su cargo nuestra evolución) quien dijo a Eva, que pariría a sus hijos con dolor y que todos quedarían sujetos a la muerte (como resultado de hacernos conscientes del cuerpo físico) por lo tanto, los Ángeles caídos, los Luciferes, enseñaron a aquella humanidad a comer del Árbol del Conocimiento, o sea, a utilizar el sexo para procrear sin el permiso adecuado y por cuenta propia porque ellos necesitaban que la humanidad estuviera centrada en el mundo físico para obtener conocimiento por medio de su cerebro.

Los espíritus que cayeron, que abrieron sus ojos al mundo físico por medio de identificase con el cuerpo físico a través del deseo y la pasión, cayeron hasta tal grado de conciencia que llegaron a olvidar los mundo espirituales y a no creer ni siquiera en el renacimiento ni en la inmortalidad del Espíritu.

Estas mismas personas, cuanto más atrás en la evolución, más han reconocido su miedo a la muerte, sin embargo, la muerte física comenzó a existir para aquella humanidad solo a partir de la obtención de la conciencia de vigilia.

Hay que decir que lo que consta en la Biblia de que Dios maldijo a Eva diciendo que pariría con dolor, etc. en realidad no es otras cosa que una advertencia de los efectos que tendría el hecho de comer del Árbol del Conocimiento.

Sí, es cierto que a partir de obtener la conciencia de vigilia del mundo físico, el ser humano ha tenido que subsistir por sus propios medios; el frío, el hambre, la enfermedad, la muerte y todas sus necesidades han sido sus maestros en este proceso de enseñanza y comprensión.

Es por ello que se a perdido el contacto consciente con las Jerarquías superiores pero eso no significa que ellas no estén cuidándonos y guiándonos para que se cumpla el Plan de Dios.

Los Ángeles siguen junto a nosotros desde el nacimiento hasta la muerte y más allá de la muerte; y los Arcángeles y otras Jerarquías también siguen ayudándonos antes, durante y después de la muerte.

Nuestra situación evolutiva actual es la de que tenemos que volver adquirir esa conciencia interna, o sea, volver a comer del Árbol de la Vida.

Desde que nos dieron el germen de la mente, algo más allá de la prehistoria, comenzamos a desarrollarla junto a la voluntad y, como consecuencia, hemos cambiado el planeta y nos estamos haciendo dioses creadores físicos.

Pero lo cierto es que aún nos queda mucho por recorrer en el Sendero de Perfección.

El Alma que peque morirá y el Alma pura se inmortalizará gracias al elixir de Vida, se suele decir en un axioma oculto.

La Piedra filosofal es el símbolo del Alma purificada extraída de la quintaesencia de los cuerpos purificados, y la Piedra Filosofal así como el Elixir de Vida o el Santo Grial no son otra cosa que la obtención de la conciencia en esa región etérica, en el mundo de los Ángeles.

Cuando la humanidad adquiera el Cuerpo Alma por su propio desarrollo espiritual ya no existirá la muerte para él como ocurría en la época del Jardín del Edén, pero entonces ya no será ese Jardín sino la Nueva Galilea o Nueva Jerusalén.

La Evolución misma (la obtención de la conciencia Cristica) vencerá a la muerte, la enfermedad, el sufrimiento y todo lo que nos preocupa y nos causa dolor aquí en la Tierra, como el Amado Maestro Cristo-Jesus el cual es nuestro IDEAL, GUIA Y REDENTOR, para dicha situación, por eso sus vehículos en grado de avance en PUREZA, EVOLUCION Y ALTA VIBRACION, para poder así unir las poderosas vibraciones Etericas de Cristo, con las del mas grande entre nosotros Jesus, el mas Alto Iniciado del Periodo Terrestre.

Entonces, en esa Nueva Jerusalén comeremos del Árbol de la Vida, el cual nos permitirá crear nuestros propios cuerpos etéricos que hoy obtenemos gracias a los Ángeles, y que la Fraternidad Rosacruz como Heraldo de la ERA DE ACUARIO, nos indica y prepara como es que debemos hacerlo, al trabajar nuestros Cuerpo Vital en el desarrollo de los Éteres Superiores, así el glorioso día de poder obtener el tan necesario vehículo necesario de la Era que a de venir, Cuerpo Alma, traje sin Costuras, Dorado Vestido de Bodas.

En el Jardín del Edén entonces hemos querido dar a conocer comimos del Árbol del Conocimiento (crear cuerpos físicos) y por eso fuimos expulsados (obtuvimos la conciencia de vigilia y perdimos la superior del mundo etérico)

Así es comprendido que si no se muere, no se recoge fruto de las experiencias ni se construyen nuevos cuerpos cada vida, evolucionando así gracias a las experiencias y a las creaciones y trabajos en los mundos invisibles, esto perfectamente delineado en el Curso de Filosofía Preliminar de las Enseñanzas Rosacruces.

Cada nuevo renacimiento es otra gran oportunidad para nuestra propia evolución que nos tiene que llevar de nuevo a aquel Jardín del Edén donde no conocíamos ni hacíamos el mal.

Los Ángeles de Jehová nos enseñan en cada renacimiento a crear nuevos y más perfectos cuerpos para que las experiencias sean nuevas y más elevadas, si nosotros antes de la “caída” hubiéramos aprendido a renovar o revitalizar los cuerpos etéricos, la muerte no habría existido para nosotros y seríamos inmortales como los dioses.

Así que lo que hicieron los Luciferes al “abrirnos los ojos” y hacernos conscientes del mundo y del cuerpo físico.

Gracias a estos últimos aprendimos y aún estamos aprendiendo a utilizar conscientemente la mente y a hacernos progresivamente maestros creadores con la materia física.

Aun habiendo caído en el Pecado Original, debemos valorar la muerte positivamente porque, sin ella, no habría evolución.

La muerte nos libera de los vehículos que ya no nos sirven y nos libera de un medio ambiente del que ya no podemos casi extraer beneficio de las diversas experiencias.

Si no fuera por eso y por los resultados adecuados que deben trabajarse en el Purgatorio y del Cielo (1,2 y 3ero) no habría la tan necesaria evolución.

Es por ello, en tan importante preparación otorgada por la Sabiduría Occidental, la necesaria aspiración y trabajo en nuestros Vehículos en purificar los 4 CUERPOS, para que aparte que estos duren más y podamos tener más experiencias, evolucionemos y así podamos desarrollar el Cuerpo Alma por medio de este importante y necesario trabajo, unido a la buena voluntad y de hacer el bien ayudando y sirviendo a la humanidad amorosamente.

Entonces, es asi que una vez desarrollado este valioso Cuerpo Alma, podemos hacernos merecedores de encontrar la Piedra Filosofal, el Elixir de Vida, el Santo Grial o el Árbol de la Vida que vencerá a la asi llamada muerte, la cual no existe y es solo una transición.

Los Alquimistas ignorantes buscan lo imposible, pero el alquimista que conoce la Verdad, sabe y debe preparararse para que la única transformación que se puede hacer es(transformar los metales bajos en oro) es la de la personalidad misma.

La personalidad, que como hemos dicho esta compuesta de los 4 cuerpos, debe trabajar a favor del EGO, compuesto de otros 3 Espíritus, Divino, de Vida y Humano, para crear el Pábulo o Experiencia almacenada en el Alma Emocional, Intelectual y Consiente, (ver abajo imagen) para desarrollar sus poderes latentes, y según se vayan desarrollando así, podremos lentamente llevar esta transformación, en “oro”.

La búsqueda del Santo Grial es más de lo mismo, buscar esa perfección divina, no dijo Cristo-Jesus, "Sed Perfectos como mi Padre es Perfecto" en esta etapa física para hacernos inmortales venciendo a la muerte para siempre, y para ello, como la flor de la planta “pura” y “casta”, realizarse solamente para facilitar un cuerpo físico a los espíritus que esperan una oportunidad de renacer para su evolución, así comprenderá lo mencionado en el Nacimiento de Jesus, "LA INMACULADA CONCEPCION"

Por eso se dice en ocultismo que la práctica del sexo (el uso, derroche y disfrute del sexo y de la Energía Divina Creadora) es un pecado contra el Espíritu Santo (Jehová) Señor y Dador de Vida.

El hecho de comer del Árbol del Conocimiento nos hizo conscientes del bien y del mal, pero también activo y nos hizo responsables ante la Ley de Renacimiento y Consecuencia que nos separa de ese Árbol de la Vida y de la conciencia del Mundo de los Ángeles.

Ahora estamos comenzado a utilizar la mente con mayor responsabilidad y eso nos debe llevar a conocer estas verdades y a interesarnos por nuestro propio desarrollo espiritual, siendo el ideal a lo largo de un largo y fuerte trabajo irla Cristificando.

Pero mientras nos dejemos dominar por los bajos deseos, por las pasiones, los placeres, el materialismo, etc. no estaremos trabajando a favor de ser los guias de nuestro real ser el EGO, ni encontraremos ese medio de transformación que nos haga miembros de la Nueva Jerusalén.

En Amoroso Servicio

El Centro de Estudios de la Sabiduría Occidental Mexico.

LA CONSTITUCION DECUPLE DEL HOMBRE

LOS 4 VEHICULOS QUE CONSTITUYEN LA PERSONALIDAD HUMANA NO ASI NUESTRA CONSTITUCION COMO EGOS:

1-.CUERPO FISICO

2-. CUERPO VITAL

3-. CUERPO DE DESEOS

4- MENTE