CONCIENCIA 

PARA EL ASPIRANTE ESPIRITUAL



FRATERNIDAD ROSACRUZ DE MEXICO


CENTRO DE ESTUDIOS DE LA SABIDURIA OCCIDENTAL MEXICO

"CONCIENCIA PARA EL ASPIRANTE ESPIRITUAL"

Cuando nuestra conciencia y voluntad espiritual son desarrolladas hasta el punto que podamos resistir cualquier cosa mala que se manifieste como una tendencia en nuestro carácter, la tentación será vencida. 

"Ningún hombre está predestinado a hacer el mal. 

Cada mala acción es al menos un acto de libre albedrío, cometido contra el nivel de conciencia que hayamos previamente desarrollado con relación a esa particular fase del mal".

Cuando existe una escogencia que debe hacerse entre lo bueno y lo malo, algunas veces se presenta una lucha entre la voluntad espiritual del hombre y sus deseos. 

Es una batalla entre las naturalezas superior e inferior del hombre, y este reto tiene que ser enfrentado. Si su energía espiritual es fuerte, entonces el hombre puede salir victorioso y la batalla puede ser ganada; pero si es débil, entonces su voluntad espiritual se agota pronto, la tentación vence y no puede resultar una buena acción en esa ocasión particular. 

La búsqueda del hombre interno y el auxilio de la oración son cosas que ayudan a hacer la elección correcta. 

Mucho antes del principio de la Era Cristiana, Sófocles, el poeta trágico de Atenas, escribió: 

"No hay testigo tan terrible, ni acusador tan poderoso como la conciencia que mora en nosotros". 

La meta de los filósofos de Grecia era seguir el lema inscrito en los pórticos de sus salas de aprendizaje:  

"Hombre: conócete a ti mismo". 

Por lo tanto no es sorprendente que aún al comienzo de la historia escrita del por el hombre, fuesen ellos conscientes de este poder que reside dentro de cada uno. 

Reconocieron la capacidad del hombre para escoger entre el bien y el mal.

¿Cómo adquirió el hombre evolucionante semejante poderoso mentor y acusador en su largo peregrina­, y cómo va a reconocer esta ayuda y a beneficiarse de ella? 

El diccionario nos dice que "la conciencia es un sentido o conocimiento de la bondad moral de la propia conducta, intenciones o carácter, con un sentimiento de obligación para ser o hacer lo que es reconocido como bueno". 

En filosofía oculta aprendemos que la conciencia es esa fuerza impelente que advierte al hombre del mal existente, y al mismo tiempo le inclina hacia lo que es bueno. 

Es el resultado del dolor y sufrimiento que uno experimenta después que la muerte nos ha retirado de este plano físico. Entramos entonces en el lugar y condiciones en que somos purgados de nuestros pecados, y además sentimos la alegría que resulta de las buenas acciones que llevamos a cabo en nuestra diaria existencia. 

El efecto de estas dos clases de acción es incorporado en el átomo­ simiente del cuerpo de deseos. 

Ese átomo particular, llamado el átomo- simiente permanente, lleva consigo la memoria y la conciencia de los efectos de nuestras malas acciones y también los resultados benéficos de las buenas. 

Cada conciencia difiere de las demás, porque cada espíritu evolucionante tiene un diferente registro y ha sacado diferentes conclusiones del efecto de sus acciones y de las experiencias que tuvo.

El átomo-simiente permanente lleva consigo el desarrollo del individuo, obtenido a través de la esencia de las experiencias adquiridas vida tras vida tales como fueron vividas por esa sola persona. 

Desde el momento del nacimiento del hombre hasta su último aliento de vida, son grabadas imágenes sobre el átomo-simiente localizado en el ventrículo izquierdo del corazón. 

Toda cuando ocurre a sus alrededores es grabado en este átomo, y esto se efectúa mediante el aire que es inspirado en los pulmones. 

l aire lleva la imagen, y cada nueva inspiración trae una nueva imagen, de modo que al final se almacena un registro completo de la vida en ese diminuto átomo.

Después de la  muerte,  lo primero  que  es tratado  y  purgado  es el mal  de  la  existencia  recién  pasada, hasta  que  se  deja  únicamente   una  tendencia  que  permanecerá  en  el  átomo-simiente.   

Cuando morimos y entramos en la región purgatorial, estas imágenes reunidas forman la base  de nuestra  existencia  allí, así como de nuestro futuro desarrollo.  Es aquí donde la sensibilidad de nuestro futuro ambiente es agudizada. 

El registro de nuestras  malas acciones es purificado  y  las condiciones prevalecientes  en esta región  hacen que el dolor sufrido sea tan  intenso como para permitirnos  el retenerlo  en nuestra  memoria.  

Esta memoria que permanece con  el Espíritu  se convierte  en conciencia.  Nacemos con ella, y cuando surge la ocasión, hará posible  que el hombre sea advertido.  

Es algunas veces llamada la "delicada y apacible voz" (1 Reyes 19: 12); solo después que el terremoto y el fuego habían pasado, Elías oyó esta voz interior.  

Después de mucha experiencia y de enfrentarnos con las pruebas , adquirimos la facultad  del conocimiento consciente que  debe  ser buscado  en  nuestro  interior,  si podemos  estar tranquilos  y  escuchar  sus palabras.  

Entonces es cuando el "Señor" puede hablarnos directamente.  

En esta experiencia post-mortem, los  registros  de las buenas acciones efectuadas son asimilados por el Espíritu como poder  anímico.  

Esto hace que se vuelvan inmortales, porque la esencia de la experiencia es llevada por el Espíritu, el cual no tiene ni principio ni fin. 

La importancia del panorama desplegado ante nosotros al final de nuestra  vida  terrestre,  no puede  ser suficientemente enfatizada. 

Cuando las impresiones sobre el cuerpo de deseos son profundas y bien definidas, los sentimientos del hombre serán definidos y duraderos y su purgación será completa. 

La experiencia que hizo posible la impresión puede ser rápidamente olvidada, pero el sentimiento generado permanecerá, pronto a surgir en la conciencia cuando sea necesario.  

Actuará en vidas futuras como la voz apacible y delicada, advirtiéndonos. 

Nos dará fortaleza para resistir la tentación, y nos capacitará para escoger el sendero recto y caminar  en  la  dirección  correcta.

Como estudiantes de la Fraternidad Rosacruz se nos enseña que existe una forma de acortar nuestra permanencia en las regiones purgatoriales, a saber: el ejercicio nocturno de Retrospección. 

Este ejercicio realizará diariamente lo que de otro modo tendría lugar después de la muerte. 

En vez de aguardar el período post-mortem para asimilar lo bueno y lo malo de la existencia, el aspirante rememora los acontecimientos del día recién terminado y considera sus acciones y sus consecuencias. 

Esto lo hace en orden inverso, recordando el efecto y luego reconociendo la causa. Revisando el día de esta manera se obtiene un panorama, y él puede juzgar, pesar y medir, adquiriendo un amplio cuadro de causas y efectos, comprendiendo dónde cabe la alabanza o la culpa. 

Se alaba a sí mismo por el bien realizado, y se censura cuando deba hacerlo así. Sin embargo, no es fácil obtener la misma impresión duradera que tiene efecto en el purgatorio. 

El aspirante debe sentir sincera y profundamente, y derramar lágrimas de contrición y genuino arrepentimiento por su propia culpa. 

Esto le permitirá borrar los actos negativos de su átomo-simiente permanente. 

Cuando podemos hacer esto diariamente, tenemos la oportunidad  de hacer el bien al día siguiente. 

Si sentimos en nuestros corazones el daño que hemos causado, podemos regocijarnos ya que el átomo-simiente ha sido limpiado, y así se nos da la oportunidad de comenzar nuevamente nuestro sendero. 

Hacernos conscientes de nuestras tendencias y vigilarlas cuidadosamente, es nuestra principal tarea si deseamos ser aspirantes en el sendero.

LECCION MENSUAL  DE FILOSOFIA (THE ROSICRUCIAN FELLOWSHIP)

Mayo de 1988


En Amoroso Servicio

El Centro de Estudios de la Sabiduría Occidental Mexico.